Como lo prometió el pasado 17 de agosto, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello; este miércoles 2 de septiembre volvió el popular programa que conduce: Con el Mazo Dando. En la parte inicial del esperado espacio semanal, Cabello volvió a narrar partes de su experiencia en la lucha contra la covid-19. Aseguró que en ese trance perdió 15 kilos y llegó a perder la fuerza en cada parte de su cuerpo.
«La única fuerza que no perdí nunca fue la fe y la determinación de salir adelante. El convencimiento pleno de que esto hay que asumirlo con mucha disciplina», dijo tras manifestar que está agradecido por una segunda oportunidad de vida.
El también presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) contó que apenas supo que estaba infectado por covid-19 fue a un hospital. «Sí, señor, y me atendieron de la misma manera que a un compañero venezolano o venezolana, o que viva en Venezuela. Con el mismo cariño y dedicación».
Detalló que la noche del 18 de julio «se complicaron las cosas y pasé a otra fase. Cosas de la vida, el 28 de julio, el día del cumpleaños del Comandante Chávez, pasé a otra fase».
Asimismo, aseguró que ha tenido «un régimen estricto de rehabilitación todos los santos días. Primero porque es mi obligación moral atenderme». «No estoy al 100 por ciento, no lo estoy», admitió, «pero si comparamos con el día 6 de agosto que salí de alta, ay Dios mío», prosiguió. Perdí fuerza en todo el organismo, en todas las partes del cuerpo». «Estamos en un proceso de adaptación de cara a la nueva batalla», dijo.
Más tarde agregó que todos los días toma 20 minutos de sol.
Lo que más golpea es el aislamiento
«Esta enfermedad, hermanos y hermanas no es cualquier cosa (…) Con mucha conciencia les digo que no es sencillo. En ese sentido, consideró que «una de las cosas que más golpea es el aislamiento. Es muy complicado estar solo. El que está solo, por estar solo, siempre cree que va a empeorar y eso baja las defensas».
Por ello, adicionó en su exposición, «una cosa que uno debe tener es determinación, que más allá de las circunstancia uno va a vencer», incluso a pesar de los fakes y malos deseos.
«La especulaciones son miles. No sé cuántas veces fallecí, no sé cuántas veces me enterraron, no sé cuántas veces volví a fallecer. Pero hasta esas personas que le desean mal a uno le dan fortaleza a uno para seguir adelante».
Confesó que «estuvo encomendado a las oraciones del pueblo y a todas la creencias que dan fuerza espiritual»; además que sin su familia no habría podido salir victorioso. «A cada santo les debo una vela y una visita».
Por último, de la solidaridad médica entre Cuba y Venezuela, el líder revolucionario dijo que los médicos de ambos países conforman «un binomio cerrado de apoyo, de atención, de sabiduría, de experiencia».
Esta emisión, la 309 de Con el Mazo Dando, fue más corta (de dos horas) «para evitar recaída». La semana que viene podría durar un poquito más, anticipó.