Antony Blinken, el nominado por Biden para ocupar el Departamento de Estado de los EE.UU. reveló en el Congreso que la nueva administración estaría inclinada a suavizar parte del embargo petrolero a Venezuela. Blinken acude ante la comisión del Senado que evalúa si le confirman o no para llevar la diplomacia de Washington. En esta instancia, el nominado por Biden expuso que consideran la idea de un intercambio de Diésel por crudo venezolano para así aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano.
De acuerdo a lo que divulgan agencias de noticias sobre esta información, Blinken habría dicho que “creo que hay más que debemos tratar de hacer en términos de asistencia humanitaria, dada la tremenda sufrimiento del pueblo venezolano”.
Hay que acotar que esas complicaciones que sufren los venezolanos y que ahora “conmueve a sus diplomáticos” han sido causadas por su agenda de intervención y plan de “cambio de régimen”.
Extraña compasión
El plan estadounidense que contempla el intercambio de Diésel por crudo estaría sopesando si extiende la excepción unilateral a otras compañías petroleras con activos en Venezuela, o si solo sería para empresas estadounidenses.
Hasta octubre del año pasado, Venezuela obtenía suministro de diésel en el mismo formato que ahora piensa EE.UU., pero esto terminó una vez que la administración de Trump llamó a las empresas para decirles que “se les había terminado la tolerancia”.
El embargo petrolero de los EE.UU. en contra de Venezuela afecta no solo al transporte de pasajeros y de carga sino también al suministro de energía que funciona con Diesel.
Con Trump, y ahora con Biden, la agenda de Washington contra Venezuela sigue siendo la misma. Esta consiste en mantener una presión interesada sobre Caracas para forzar unas elecciones controladas y fuera de la constitución que les garanticen a EE.UU. el retorno de Miraflores a la órbita de sus intereses geopolíticos.
