Con la clara intención de complicar la paz en Ucrania, prometida por Trump como su primera medida, Biden ha autorizado a Zelensky a utilizar proyectiles de largo alcance. Con ellos puede destruir la región rusa de Kursk y esperar que Putin, replique destruyendo la capital ucraniana de Kiev.
Esa medida será seguida por el presidente de Francia, Emmanuel Macron y probablemente por el canciller alemán Olaf Scholz, si éste continua en su -ya malogrado- puesto de Canciller federal de Alemania, por otro fin de semana
Ponen así un broche de oro a su fallida tentativa, hasta ahora, de desatar la Tercera Guerra Mundial.
Fracasados sus intentos de impedir el acceso al poder de Trump, aunque no haya que descartar un nuevo conato de magnicidio, los demócratas, liberales, socialdemócratas, y/o defensores de la élite washingtoniana, muestran que aún están en el negocio de la guerra como tema central de su propia defensa.
En Alemania el Partido Social Demócrata SPD, se dirige a poner a su cabeza al más belicista de sus dirigentes: Pistorius, actual ministro de Defensa y creador de un gigantesco e insensato Plan de Rearme de 600 mil millones de euros y la multiplicación por 10 de su actual Wehrmacht (sistema de defensa). Barrer la sala antes de que se haga cargo la extrema derecha.
Macron, por su parte, ha olvidado que el pueblo francés le otorgó menos de un tercio de los votos en la última elección y aspira a ser de nuevo el pequeño Napoleón mentiroso e irresponsable que fue en la dupla con Merkel, para los Acuerdos de Kiev. Peor que “no saber en qué mundo vive” como un tal Guterres, es “pasarse de vivo” como este agente financiero, metido a político populista que cree que basta un discurso absurdo, como el dado en la Unión Europea UE, en el que le “exige” a la entidad hacerse cargo de la continuidad de la guerra para que ello se pudiese hacer realidad en medio de una crisis económica, que puede convertirse en debacle para algunos.
En la dirigencia Unión Europa todo “suma y sigue” con la excepción de dos o tres líderes denostados por la prensa “demócrata liberal” o directamente abatidos, como sucedió en Eslovenia.
De la realidad contractiva en la economía y el destino de fondos a la industria militar, mejor ni hablar. Del cierre y traslado de inversiones y plantas industriales (Basf, Volkswagen) desde China a Estados Unidos o del abandono de las promesas verdes. Para no agregar la incapacidad para siquiera buscar resolver el Gas TGC o el desastre climático.
Las despedidas que se vienen en este período de Biden, Scholz o Macron no pueden ser más tristes, intentando los tres de destruir las posibilidades de controlar las guerras existentes, acentuando la crisis política mundial, la inflación y el dispendio de una élite insensata que ha sido incapaz de reconocer los problemas cotidianos de sus pueblos y contener la ola neofascista y de reordenamiento autoritario que nos amenaza a todos.
Adiós Sra. Kemala y adiós dirigentes K-malos, vuestro legado no puede ser más deprimente, tal como lo afirman vuestros propios pueblos.
Sic transit gloria mundo (Así pasa la gloria del mundo)
Rafael Kries. Chileno, economista