La gimnasta estadounidense Simone Biles se retiró de la competencia individual del all-around en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020; dejando boquiabiertos a sus fanáticos y seguidores ya que su actuación no estuvo a la altura que tiene acostumbrada la oriunda de Columbus, Ohio; quien además ha manifestado haber presentado crisis de depresión.
Con tan solo 24 años y una ficha en la que destaca que «en la competencia general individual, Biles es 7 veces campeona nacional, campeona olímpica en Río 2016 y 5 veces campeona del mundo, la única gimnasta que lo ha conseguido 3 veces de forma consecutiva». Al parecer, en este momento, nada de eso importa y por encima está su salud y estabilidad mental que regirá su desempeño como atleta en otros escenarios deportivos.
«Después de la actuación que hice, no quería seguir. Tengo que centrarme en mi salud mental. Creo que la salud mental está más presente en el deporte ahora mismo», dijo Simone Biles al salir del evento.
Después de tener que declinar participar con el equipo de gimnasia estadounidense por no encontrarse bien mentalmente; la atleta de élite, Simone Biles, explicó que tomó esta decisión porque no quería costarles a sus compañeras una medalla. «Pensé que no quería costar una medalla al equipo, así que les dije que tenían que dar un paso al frente y salir y hacerlo sin mí. Ellas hicieron exactamente eso. Creo que ellas obtuvieron una medalla de oro esta noche porque nunca se rindieron», aseguró la gimnasta.
Solidaridad y comprensión
Biles fue criticada en las redes sociales por algunos internautas quienes la señalaron de «débil»; a lo que Andrea Orris, preparadora física estadounidense respondió en una publicación en Instagram:
Estamos hablando de la misma niña que fue abusada sexualmente por el «médico» de su equipo durante toda su niñez y adolescencia, GANÓ el título del Campeonato Mundial completo MIENTRAS SUFRÍA UNA PIEDRA RENAL, sometió su cuerpo a un año adicional de entrenamiento a través de la pandemia , agregó tanta dificultad a sus rutinas que los jueces, literalmente, no saben cómo calificar adecuadamente sus habilidades porque están muy adelantadas a su tiempo e innumerables obstáculos más que quizás ni siquiera sepamos. Todo esto mientras mantiene sus responsabilidades con sus acuerdos de patrocinio, los medios de comunicación, las relaciones personales, etc. Y algunas personas todavía pueden decir honestamente: «Simone Biles es blanda. Ella es una abandonadora». Esa niña ha soportado más trauma a la edad de 24 años de lo que la mayoría de la gente pasará en su vida.
No es la única
Por más insólito que parezca, la depresión ha sido subestimada en varios espacios, incluyendo el deportivo. De hecho, Biles no ha sido la única atleta que ha puesto su salud mental como prioridad. Según la prensa especializada, en mayo, la tenista japonesa Naomi Osaka, ganadora de 4 torneos de Grand Slam y número 2 del mundo, tomó la decisión de retirarse del Abierto de Francia por la misma razón; su salud mental.
Por ejemplo, el tenista británico Andy Murray anunció un retiro temporal de las canchas en enero de 2019 para concentrarse, también, en su cuidado mental.
Por su parte, el Dr. Sergio Díaz, médico fundador de The Mind Institute que trabaja en la gestión mental de medallistas olímpicos como la colombiana Catherine Ibargüen y otros deportistas profesionales, declaró a la prensa internacional que «Lo que ha hecho Biles ha sido encender una serie de alarmas: si a la deportista más importante de uno de los países con más recursos para los deportes le pasa esto, entonces significa que los otros no van a estar mucho mejor».
«La gestión de la salud mental está desatendida por la industria deportiva, especialmente en Latinoamérica, básicamente porque han desatendido a los deportistas como individuos«, agregó el especialista.