De la Economía Comunal: una aspiración estratégica | Por: Edwin Velásquez

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«Quiero que me hagan una propuesta para hacer un revolcón, un sacudón y una reingeniería del sistema financiero dirigido a los consejos comunales ¡Cada proyecto debe tener respaldo y financiamiento!». Nicolás Maduro (septiembre/2019). Para hablar de Economía Comunal es imperioso la contribución de dos factores: el primero tiene que ver con la actuación del Estado, el segundo y más importante, con la actuación comunera.

Si es por el Estado he de recordar que el presidente Nicolás Maduro ha convocado a las comunas, luego de pasar a la ofensiva comunal, a «hacer una reingeniería del sistema financiero», es decir, que lo primero a saber es: ¿qué es el sistema financiero? A lo cual pudiéramos responder que se refiere «a la estructura así como al conjunto de normas de funcionamiento de una serie de instituciones a través de las cuales se proporcionan los medios de financiamientoseconómicos para el desarrollo de sus actividades», es decir, este sistema funciona desde las leyes, los bancos, los entes e instituciones de finanzas, comercio, producción, recaudación y abastecimiento, los procesos económicos son regulados y se rigen bajo parámetros burgueses alejados de voluntades colectivas, públicas, masivas y de fácil acceso, por el contrario, están atados a voluntades y lógicas privadas,  reservadas, restringidas y particulares.

Urge estudiar a profundidad el sistema que impera en nuestro país y el Estado que tenemos, encontrar las principales contradicciones entre modelos, los cuellos de botellas y las trabas existentes. Hay que poner en el tapete debates necesarios que pasan primero por las leyes, la revisión de todas y cada una de ellas e incluso del código civil y de comercio, debe irrumpir en alguna parte de esas herramientas de ley la lógica comunal, así como la revisión y reforma de las Leyes del Poder Popular a los nuevos tiempos, especialmente la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal y la Ley Orgánica del Consejo Federal de Gobierno,  también urge la revisión de las formas jurídicas de la propiedad de producción comunal, las relaciones sociales de producción comunal, el banco comunal en espacio y método para jugar financieramente con aciertos y sin encochinarse en lógicas burguesas, la transferencia de recursos y competencias por parte del Estado, la recaudación de recursos y la distribución de los mismos en forma de políticas públicas comunales, para así contribuir al desarrollo de la población desde su localidad hasta el espacio de máximo gobierno estatal comunal que surja de la construcción del nuevo tejido económico, politico y social, y también para obtener un lugar y jugar limpiamente en este tablero de la economía nacional, si no logramos inocular la lógica comunal en todo esto, ni el poder popular ni nuestras estructuras lograrán poner en jaque los cimientos del sistema del capital.

Ahora me quiero referir y dirigir a la voluntad comunera: en la búsqueda de fórmulas que puedan ayudarnos a desarrollar un nuevo modelo económico comunal y socialista que funcione, por lo general lo primero que pensamos hacer es solicitarle un apoyo al Estado, aspiramos un crédito, una aprobación de recursos, una infraestructura, una transferencia material, esto no es algo que esté mal, pero no puede ser la primera aspiración de una institución financiera comunal, mucho menos de toda la institucionalidad de gobierno comunal (consejo comunal, comuna…), puesto que ¿si no llegan los recursos entonces no hay movimiento económico, no hay atención social, creación ni resultados políticos comunales? ¿Dónde están las estrategias económicas y productivas comunales desde lo propio comunal para hacer frente a la guerra económica?, No niego que hay experiencias en marcha pero no está masificado desde la práctica colectiva, sino que en su mayoría sigue siendo una práctica de pocos, muchas de ellas desde una lógica capitalista de apellido «comunal».

A esto quiero referirme de la siguiente manera, es real que queremos separarnos de la lógica capitalista burguesa, que es el objetivo principal de nuestro proyecto socialista, pero no nos sirve arremeter contra el capitalismo solo de viva voz sino también de vivo conocimiento y de viva práctica, hay quienes sostienen núcleos productivos desde la misma lógica del capital, bajo esquemas de explotación sin redistribución justa de las ganancias, bajo la relación de patrón-empleado, bajo premisas de enriquecimiento para uno o pocos, y no para garantizar gobierno comunero, pensando que pasar del capitalismo al socialismo es sólo una cuestión de nombre (la famosa historia del cochino y del chigüire que contaba el Comandante Chávez), tampoco de costos (más económico), ymenos de ganancia (menos que la del capitalista clásico), lo que hace pensar a algunos que eso es socialismo, pero dista en grande de ello.

Aunque a ninguno de nosotros nos gusta que nos digan qué hay que saber, lo realmente cierto es que debemos saber más y más sobre el capitalismo, saber dónde es que las herramientas, sus lógicas y sus  métodos realmente nos joden, dónde se esconde para no reproducirlo, y hacer un franco ejercicio que te permita saber en tu construcción comunal dónde se encuentra la ruptura del modelo en tu construcción económica productiva, dónde se encuentra la diferencia entre lo comunal y lo capitalista, especialmente para quién es comunero o comunera y dirige medios productivos en su comuna.

Ahora bien, el nuevo Estado inicia en el consejo comunal, que es el espacio más directo de gobernabilidad del pueblo y constituye la nueva institución para el desarrollo local, no basta solo con organizarnos para hacer política desde el territorio (entendiendo que organizados en consejos comunales y comunas se alcanza el poder político en el mismo), sino que hay que procurar desarrollar al máximo las fuerzas productivas (y alcanzar así el poder económico del mismo), para ello es imperioso la utilización de los recursos existentes en el territorio, determinar qué tenemos, con qué y con quiénes contamos, (así se va matando el paternalismo de Estado), y saber que si no generamos dividendos económicos, resultados políticos y beneficios sociales, no contribuimos al desarrollo comunal por muy comunal que diga su nombre ser y terminará beneficiando a una familia, a unos socios pero no a la comunidad.

Para culminar, lo siguiente:

Lo primero tiene que ver con el llamado a la voluntad política de los actores económicos y financieros del país en su contribución solidaria al desarrollo comunal, a su vez que considero imperioso construir un poderoso Plan Especial Económico Comunal de Alto Nivel Productivo Nacional, donde se involucren las instituciones de producción de alimentos, las de comercio, las financieras y las de  impulso y desarrollo económico nacional junto con los Consejos de Economía Comunal y sus figuras económicas para establecer políticas de: asesoría, dotación, formación, financiamiento, comercialización y transferencia, a mi parecer son algunos elementos necesarios a definir y sincerar en el país.

En segundo lugar, no es posible la Comuna sin economía productiva comunal, pero no es posible desarrollar economía comunal sin organización popular comunal, si no desatamos procesos productivos y económicos no lograremos autogobierno, ni autogestión, ni autonomía, solo organización y ya.

Como tercer punto, destacar la labor de los comuneros y comuneras del país con resultados honorables, héroes y heroínas que a pesar de las dificultades no han parado sus procesos políticos ni productivos en el país, por el contrario, hoy han aportado gran parte de la productividad de alimentos, han llevado a cabo la confección de tapabocas, tienen un importante avance en la producción de productos de higiene y limpieza, pero también han instalado con sabiduría la economía local útil de fácil acceso a las necesidades inmediatas de la gente en medio de la guerra y la pandemia, sacando provecho a una situación que el gran mercado no puede cubrir desde lo pequeño y es allí, en este terreno donde los comuneros están ganando una batalla importante en el nuevo tejido productivo de la nación.

Por último, creo importante que la economía comunal debe construir su sistematicidad, es decir, debe funcionar como un sistema unificado nacional, con una estructura que permita proteger, impulsar, fortalecer y consolidar la economía comunal socialista para proteger, impulsar, fortalecer y consolidar el autogobierno popular, así lo planteó el Comandante Chávez, en una poderosa aspiración transformadora y estratégica, pero esto corresponde esencialmente al Poder Popular, el llamado es a los parlamentarios comunales, al liderazgo de vanguardia de las bases comuneras revolucionarias, es tiempo de dar pasos agigantados hacia la Comuna Potencia hacia las ciudades comunales.

 

Edwin Velásquez

 


 

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