Después de 34 días sin aparecer en la palestra pública y numerosos rumores sobre su estado de salud, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, volvió a escena este miércoles en una alocución que fue transmitida en cadena nacional, acompañado de su esposa y actual vicepresidenta del país, Rosario Murillo, y de varios integrantes de su equipo de gobierno.
Ortega se solidarizó con los pueblos del mundo que se enfrentan al coronavirus, especialmente saludó a los pueblos de América Latina y El Caribe. Señaló que las naciones desarrolladas tienen hospitales calificados con mucha tecnología, pero se preguntó “¿Quién puede ir a pagar el servicio a un hospital privado?”.
Destacó que mientras el mundo sigue especializándose en la preparación para la guerra produciendo armamentos, la pandemia ha desnudado la grave situación del sistema de salud capitalista. Reflexionó en ese sentido: “¿Acaso con las armas atómicas van acabar con el virus. Con los cohetes que están desarrollando ahora en estas carrera armamentistas para conquistar el espacio y convertir el espacio en un campo de guerra para matar, para la muerte?”. “La mejor arma atómica que puede tener la humanidad es la sanidad, la medicina, los hospitales”, añadió.
El líder sandinista agregó que Estados Unidos, a pesar de ser la potencia económica y militar más grande del mundo. “no tiene capacidad para darle respuesta a sus propios ciudadanos en las grandes ciudades”, lo mismo que Europa.
Coronavirus en Nicaragua
Nicaragua registra 9 casos confirmados y solo una persona fallecida por covid-19. No obstante, numerosas críticas se han dirigido hacia el Ejecutivo porque no ha sido decretada cuarentena en el país y la cotidianidad se mantiene sin variación, a pesar de la emergencia sanitaria mundial.
“Nicaragua viene enfrentando a la covid-19 con recursos limitados, con mucha paciencia y mucha disciplina”, dijo Ortega.
El gobierno alega estar listo para contener la enfermedad, pese al bloqueo de Estados Unidos. De hecho, este miércoles Ortega descartó anunciar aislamiento social e impedir actividades masivas.
