Cuba confirma que también está en la carrera por la vacuna contra el coronavirus. El antídoto se llamaría “Soberana 01” y comenzará este 24 de agosto los estudios de Fase I y II.
El término de las pruebas para analizar la efectividad del fármaco concluirá en enero del próximo año; -de acuerdo a lo revelado por las autoridades científicas del país.
Con este paso, la isla no solo contribuye a erradicar la pandemia con el envío de misiones médicas a otros países; sino que también pone al servicio de la salud mundial toda la experiencia de sus técnicos y especialistas en medicina.
Cuestión de soberanía
Para el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, el estudio local por la vacuna contra la covid-19 no es una exhibición vanidosa del potencial científico de la isla; sino una necesidad estratégica.
De acuerdo a lo reseñado por la prensa de la isla; el gobernante “resaltó la importancia de poseer un fármaco propio aunque otras naciones tengan el suyo, por una cuestión de soberanía”.
Los avances de los estudios de la vacuna cubana estarían disponibles el 1ero de febrero; y la publicación de los mismos para el día 15 del mismo mes.
Según los detalles adelantados para la realización de los ensayos clínicos de la “Soberana 01”, participarán una 676 personas de entre 19 a 80 años de edad. La misma se llevará a cabo de forma “aleatorizada, controlada, adaptativa y multicéntrica con el objetivo de evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad del candidato en un esquema de dos dosis”.
Los rusos lo hicieron primero
En la carrera por la cura contra el coronavirus, Rusia llegó primero. La hazaña la confirmaron el pasado 11 de agosto y la misma lleva por nombre “Sputnik V” en remembranza al primer satélite artificial puesto en órbita por la entonces Unión Soviética; y con el que la potencia comunista se puso adelante en la carrera por la conquista humana del espacio.
Ante este paso importante contra la erradicación de la pandemia, la ciencia rusa ha sido objeto de los prejuicios de la campaña antirusa. Los ataques vienen desde medios occidentales que sugieren la “dudosa efectividad” del antídoto que “sospechosamente se fabricó muy rápido”.
Las autoridades rusas reaccionan ante esta lluvia de críticas como una acción injustificada. Para Moscú esto solo busca beneficiar intereses comerciales de farmacéuticas privadas que ven amenazados sus intereses ante un antídoto que promete ser un bien público de acceso universal.
Adicional al registro de la vacuna rusa, China confirmó este lunes que también dio con el desarrollo de su propio antídoto, el cual es desarrollado por la CanSino Biologics.