Tras vencer a Ecuador 2-0 en un duelo cerrado de las eliminatorias suramericanas rumbo a Qatar 2022, el capitán de la selección brasileña de fútbol, Carlos Casemiro, hizo público su descontento por la decisión de la Conmebol de nombrar anfitrión de la Copa América 2021 a Brasil.
“Todo el mundo sabe nuestra opinión. Creo que más claro imposible. Tite ya dejó claro para todo el mundo cuáles son nuestros cuestionamientos y qué pensamos sobre la Copa América”, dijo a un medio brasileño luego de la victoria de este viernes. Agregó que, no obstante, “existe respeto, existen jerarquías que debemos respetar, claro que queremos dar nuestra opinión, pero existe respeto y lamentablemente …”.
A la pregunta del entrevistador de “Si están todos juntos”, Casemiro respondió inmediatamente: “Sin duda. No soy yo, no son los jugadores de Europa como dijeron, cuando habla alguien habla todo el grupo, hablan los jugadores. Junto con Tite y con la comisión técnica”. “Tiene que ser unánime, tiene que ser todos juntos”, remató el centrocampista del Real Madrid.
Una Copa que tambalea
En la misma línea había declarado el jueves último el DT de la Canarinha, “Tite”, en una conferencia de prensa a la que Casemiro, por ejemplo, no asisitió como forma de protesta. En esa oportunidad dijo que todos tienen una opinión muy clara y confirmó que habló directamente con el presidente Jair Bolsonaro. Por su parte, este declaró que si de él depende, hay Copa en su país. Igual piensa el presidente de la Confederación Brasileña de Futbol, Rogerio Caboclo.
“Tenemos una opinión muy clara (sobre la Copa América). Después de ver la secuencia cronológica completa de los hechos, Juninho y yo hablamos con el presidente y le dimos nuestra opinión“, expresó en la rueda. Por estas horas algunos medios locales aseguran que incluso Tite se pasea por la idea de dimitir como seleccionador del combinado verdeamarelo, en caso de que la Copa sí se concrete en el gigante del sur.
Colombia y Argentina debían organizar de manera conjunta la Copa. Sin embargo, la crisis política que hace temblar las estructuras del gobierno de Iván Duque y las altas tasas de contagios en ambas naciones, provocó un giro. Es así como la Conmebol decidió a principios de semana que el país que acogería la Copa sería Brasil, pero este país se aproxima al medio millón de fallecidos por la enfermedad viral respiratoria. De ahí el descontento e inconformidad de los jugadores locales.