El congreso peruano aprobó este viernes la moción de vacancia del presidente Martín Vizcarra. Este paso es el primero para decidir definitivamente si destituye al gobernante, quien es acusado de interferir deliberadamente en una investigación en su contra.
La votación se resolvió con 65 a favor, 36 en contra y 24 abstenciones; marcando así una peligrosa cuenta regresiva para Vizcarra, quien en 4 días deberá volver a pasar el examen del Congreso.
Este nuevo pulso entre el Congreso y el Presidente surge luego que se revelaran unos audios en el que Vizcarra acordaría con algunos de sus colaboradores a mentir para interferir en la investigación que le involucra supuestamente en la firma de 9 contratos que hizo el músico Richard “Swing” Cisneros con el Ministerio de la Cultura por unos 50 mil dólares.
Vizcarra se defiende
Sobre esta moción de vacancia, Vizcarra ha dicho que se trata de “un vil intento de desestabilizar el Perú” y una “patraña” urdida por algunos congresistas para tomar el gobierno, permitir la reelección de los actuales miembros del parlamento y postergar las elecciones convocadas para el 11 de abril del próximo año.
Sobre los audios, Vizcarra reconoció la autenticidad de los mismos; pero se defendió diciendo que no hay nada ilegal en ellos más sí en la grabación de sus conversaciones en El Palacio de Gobierno.
El todavía presidente peruano expresó que no tiene nada que temer y que las razones por la cual le quieren destituir “no constituyen causal de vacancia”.
El presidente no renuncia
Sobre lo posibilidad de dimitir antes de darle el gusto al congreso de destituirle, y con ello producir una crisis política; Vizcarra fue tajante al afirmar que no renunciará.
Adicionalmente el todavía Presidente peruano resumió la maniobra del congreso como «un complot contra la democracia» que buscaría según él impedir una serie de reformas políticas que buscan bloquear la postulación a cargos públicos de candidatos con sentencias judiciales.
Sobre este proceso, el primer ministro peruano, Walter Martos calificó la moción de vacancia promovido por el parlamento como un golpe de Estado.
