Este martes se confirmó la muerte del estudiante colombiano Lucas Villa, quien fue abaleado el pasado miércoles cuando participaba en una protesta pacífica en la ciudad de Pereira, Colombia.
El desenlace era el final esperado luego que los médicos en horas de la noche del lunes le hubieran declarado “muerte cerebral”.
Una vez hecho el diagnóstico, los especialistas informaron que era cuestión de horas que falleciera.
Lucas Villa se hizo viral horas antes del ataque en su contra cuando gritó durante una protesta que: “Nos están matando en Colombia”.
Lamentablemente le tocó comprobar que lo que dijo era cierto, y no solo un drama que le rozaba a sus otros colegas activistas sociales durante la protesta social.
Villa recibió 8 disparos cuando formaba parte de un plantón en un Distribuidor de la ciudad de Pereira. En el ataque otras 2 personas resultaron gravemente heridas, pero sobrevivieron.
Una vez se produjo el atentado y por la cantidad de disparos, se dio por hecha la noticia de su muerte, hasta que en horas de la noche del día viernes sus hermanas revelaron que seguía con vida, aun cuando su estado era de “pronóstico reservado”.
Aumentan las víctimas de la represión
El estudiante es ahora una nueva víctima de la violencia en Colombia contra la protesta social, aunque las circunstancias no lo colocan como caído por efecto de la represión de la policía.
De acuerdo a las organizaciones sociales, ya van más de 40 fallecidos desde el pasado 28 de abril, cuando comenzó la ola de manifestaciones por el Paro Nacional.
La reacción del gobierno colombiano estuvo a cargo del Ministro de la Defensa, Diego Molano. Este ordenó el despliegue en Cali de un grupo Élite de la policía para las investigaciones del caso.
Para resolver este crimen, han ofrecido 100 millones de pesos, o más de 27 mil dólares para quienes den información que contribuya con el paradero y captura de los implicados.
Teorías de la muerte
Lo seguro hasta ahora en la muerte de Villa es que fue un crimen atroz, pero quiénes fueron sus asesinos todavía es una incógnita.
Hasta ahora todo es reciente y lo que hay son hipótesis que apuntan a que fue el narcotráfico la estructura que mató al estudiante.
Pero la sugestión del crimen organizado no insinúa que Villa tenga que ver nada con ese mal negocio, sino más bien fue la víctima colateral de un conflicto político en el que los narcos están del lado “del orden” y del gobierno.
La revista colombiana Semana publicó la teoría de que Lucas Villa lo haya matado el narcotráfico, ya que por la forma en que lo hicieron revelan la costumbre terrible que tienen las mafias de liquidar a sus objetivos.
Semana asegura que los varones de la droga, supuestamente perseguidos por el Estado, están al igual que el gobierno en desacuerdo con las protestas que se están dando en el país.