En medio de una desaprobación popular que alcanza el 70%, el presidente de Estados Unidos Joe Biden anunció este martes que se lanzará a la reelección para las elecciones de 2024.
A través de un video de aproximadamente 3 minutos, el mandatario estadounidense informó que se presentará a la reelección como presidente de los Estados Unidos.
«Cuando me presenté a las elecciones para ser presidente hace cuatro años, dije que estamos en una batalla por el alma de Estados Unidos. Y todavía lo estamos«; dijo en el video titulado “Libertad “.
Every generation has a moment where they have had to stand up for democracy. To stand up for their fundamental freedoms. I believe this is ours.
That’s why I’m running for reelection as President of the United States. Join us. Let’s finish the job. https://t.co/V9Mzpw8Sqy pic.twitter.com/Y4NXR6B8ly
— Joe Biden (@JoeBiden) April 25, 2023
Si bien Biden actualmente hace historia en EE.UU. por ser uno de los presidentes con mayor edad, también está dejando huella por registrar los niveles más bajos de popularidad en toda la historia política de la nación norteamericana.
El nivel más bajo de su popularidad lo obtuvo en julio pasado cuando registró un 36%, hecho que coincidió con el el aumento de los precios de la gasolina, los alimentos y otros rubros, afectando a los hogares estadounidenses.
Pero, su nivel de desaprobación no sale de niveles récord e incluso se muestra lejos de disminuir. De acuerdo, a diferentes encuestas el 70% de los ciudadanos cree que no debería volver a presentarse a las elecciones.
Sin embargo, el presidente estadounidense llama a “terminar el trabajo” que inició en el 2020, cuando venció a Donald Trump.
Para su nueva campaña presidencial, Joe Biden ataca a los republicanos calificándolos de extremistas que tratan de bloquear el acceso al aborto y limitar los derechos de los votantes.
Aunque hasta los momentos no lo ha confirmado, se presume que Kamala Harris volverá a postularse como vicepresidenta, pese a que tampoco es muy popular entre los electores.
Desde la Casa Blanca han tratado de proyectar una sensación de estabilidad en medio de quiebras bancarias y la persistente inflación. Estos factores quedaron afectados por las erradas plataformas económicas de cambio climático, excesivos gastos e inversiones irrentables.
Además, del conflicto que inició el mandatario estadounidense en contra de petroleras, lo que disparó el precio del combustible, mucho antes del conflicto en Ucrania.