Los adecos se han mantenido leales a sus principios, así lo dice la historia de Venezuela. El 19 de octubre de 1945, el “padre de los adecos” encabezó un Golpe de Estado contra Isaías Medina Angarita, Rómulo Betancourt presidiría la otrora “Junta Revolucionaria de Gobierno” acompañado de Raúl Leoni, Luis Beltrán Prieto Figueroa y Gonzalo Barrios por Acción Democrática (AD); el mayor Carlos Delgado Chalbaud y el capitán Mario Vargas por parte de las Fuerzas Armadas, y el médico Edmundo Fernández.
El golpe de Estado adeco comenzó mientras el mundo se peleaba los últimos días de la II Guerra Mundial; Venezuela entraba en un nuevo período político tumultuoso con el llamado “trienio adeco” (1945-1948); cuando se instalaría una nueva dictadura militar encabezada por Marcos Pérez Jiménez, quien participó en el golpe adeco contra Medina Angarita.
El Golpe
En las primeras horas de ese día se sentía en el ambiente los “ruidos de sables” desde la Academia Militar ya se estaba fraguando el golpe. Todo comenzó con la aprehensión del General Marcos Pérez Jiménez, luego de esta acción el golpe de Estado se aceleró. Al presidente Medina se le solicitó atacar a la Escuela Militar y apresar al mayor Carlos Delgado Chalbaud. Sin embargo, Angarita se negó diciendo “¡Yo no asesino cadetes!”.
A pesar de ser liderado por un grupo mayoritario de Militares en comparación con los civiles, serían los adecos (civiles) quienes protagonizarían a la Junta de Gobierno; y posteriormente se impondrían frente a los militares.
La Junta Revolucionaria de Gobierno
La Junta de Gobierno se colocó así misma como objetivos: “establecer una institucionalidad democrática surgida del voto universal directo y secreto y moralizar la administración pública”.
Estos objetivos serían impuesto a “sangre y plomo” pues de este “gobierno” se instauró la fuerza policial secreta adeca llamada Seguridad Nacional; con la cual el trienio adeco se encargó de “eliminar” a cualquiera que se les interponía en su camino hacia la construcción de una Venezuela “democrática”. En el camino se encontró con que AD quería ser el único partido “a la mexicana”.
La «Oposición»
Betancourt se encargó, en menos de tres años, de crear su propia oposición, con el nacimiento de la Unión Republicana Democrática (URD) y del Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI). Ambos se “oponían” a algunas políticas de la Junta de Gobierno entre las que se encontraba la persecución de exfuncionarios “Gomecistas, Medinitas y Lopecistas”.
Sin embargo, uno de los miembros de la junta fue Rafael Caldera (Fundador de COPEI) quien sería nombrado Procurador General de la Nación y encargado de la persecución política de forma “legal”.
La Consecuencia: «Dictadura Militar»
El Golpe de Estado contra Angarita no fue más que el resultado de la férrea oposición a las medidas “Nacionalistas” que este impondría en Venezuela. La reforma agraria, la reforma fiscal y la reforma petrolera, serían las responsables de sacarlo del Poder; ya que tocaron los intereses adecos y de la clase militar que dominaba los cuarteles.
Posterior al derrocamiento de Angarita y el Golpe de Estado contra Rómulo Gallegos, se impondría una de las dictaduras más sangrientas conocidas en Venezuela; la de Marcos Pérez Jiménez, todo el camino fue abonado por Acción Democrática.
