Desde que en América Latina se tuvieron las primeras noticias acerca del nuevo coronavirus, a finales de febrero de 2002, el panorama ha cambiado de manera drástica; e incluso de forma dramática en algunos países en los que las consecuencias han sido devastadoras.
En ese sentido, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), publicó estimaciones recientes según las cuales en 19 de los 20 países que conforman América Latina circula al menos 1 de las variantes del virus covid-19 que se detectaron en Reino Unido, Suráfrica y Brasil.
Para hablar de casos emblemáticos, el registro sobre la llegada del covid-19 a territorio latinoamericano, se produjo en Sao Paulo, Brasil, la ciudad más poblada de todo el continente. Un ciudadano de 62 años, llegó infectado desde Italia y, a partir de ese momento, comenzó la región a escribir sus propias páginas en la lucha contra la pandemia más grande en un siglo.
Por esta razón, el país constituye el epicentro mundial de la pandemia desde mediados de marzo de 2021. No obstante, la OMS le otorgó ese sitial en el ámbito latinoamericano desde mayo de 2020.
Hoy, Brasil suma más de 12 millones de casos y cerca de 300 mil muertes que, para el presidente Jair Bolsonaro, no son suficiente motivo para tomar medidas apropiadas.
En el ojo de huracán
México, Argentina y Perú presentaron brotes considerables en las primeras semanas de pandemia, el año pasado. Mientras que Ecuador vivió momentos espeluznantes entre marzo y abril de 2020, cuando los cadáveres desbordaron las calles de Guayaquil.
Por el contrario, Venezuela logró contener la expansión de la covid-19, a pesar del descontrol y el subregistro evidente en los países con los cuales comparte extensa frontera. En cuanto a Colombia, las autoridades también estudian el incremento reciente de casos y fallecidos probablemente asociados a la presencia de la variante P.1.
De esta manera, el linaje procedente de la Amazonía brasileña, se expande por los países de América Latina. Razón por la cual, el gobierno venezolano retomó un esquema de cuarentena radical, mucho más estricto. También anunció que prácticamente el país retorna al punto inicial de alerta ante la pandemia.
Luego de la detección los primeros casos de variantes del covid-19, la OPS advirtió el registro de 2.5 millones de contagios en Latinoamérica, sólo en la segunda semana de 2021. Esta cifra récord fue una de las primeras alarmas sobre la nueva ola de casos y la alta transmisibilidad de variantes como la P.1, originada en Manaos.
Región en alerta
Además de Venezuela y Colombia, la nueva etapa de lucha contra factores de mayor riesgo, consecuencia de la denominada «variante brasileña»; también implica grandes retos para otros países de la región.
Por ejemplo, desde que las autoridades en América Latina detectaron la expansión del nuevo linaje del coronavirus, Uruguay saltó de 263 casos diarios a 325 casos diarios por millón de habitantes, entre en 1 y el 10 de marzo.
En Chile el incremento, en 10 días, fue de 199 casos por día a 242 casos; mientras que en Paraguay, el saltó llevó el promedio diario de 156 casos a 223 casos por millón de habitantes. Argentina se mantuvo estable en el mismo lapso, con un promedio de 133 a 136 casos.
Sin embargo, el crecimiento de la curva de contagios perfiló a Brasil, de manera inequívoca, como el epicentro de la pandemia en América; no sólo por sus 212 millones de habitantes, sino por la postura negacionista del presidente Jair Bolsonaro. Este país pasó de 263 casos diarios por cada millón de habitantes a 325 casos entre el 1 y el 10 de marzo de 2021.
