Los gobiernos de Colombia y Venezuela iniciarán la búsqueda de los restos mortales de colombianos desaparecidos en la zona de la frontera. Luego de las declaraciones el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso.
A través de un comunicado, el ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Alvaro Leyva, informó que su homólogo venezolano Yván Gil está al tanto de la situación. Por ello acordaron:
“Unos prontos y eficaces mecanismos institucionales que permitan localizar los restos mortales de nacionales colombianos dados por desaparecidos en zona de frontera, sepultados en territorio venezolano según manifestaciones de Salvatore Mancuso, ex comandante de las autodenominadas Auto Defensas Unidas de Colombia (AUC)”, detalló.
En este sentido, Leyva recordó que Mancuso realizó esas declaraciones durante un acto en el que participó de manera virtual, en Juan Frío, departamento del Norte de Santander, y durante su comparecencia ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
Desaparecidos
Mancuso (que está preso en EE.UU. por narcotráfico) afirmó ante la JEP que miembros de la AUC, en 2000 y 2001, “ingresaron y dejaron fosas en Venezuela. Allá hay más de 200 personas desaparecidas“.
“Yo les solicito de manera respetuosa que me permitan ir personalmente con ustedes para poder identificar esos lugares“, agregó el exjefe paramilitar.
Según Mancuso los cuerpos de esas víctimas, estarían en San Cristóbal, Ureña, San Antonio; así como en La Fría y Boca de Grita, en el estado venezolano de Táchira.
Por su parte, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó: “Aceptamos la colaboración de Salvatore Mancuso para encontrar los restos de desaparecidos colombianos asesinados por el paramilitarismo y enterrados en Venezuela”.
Al tiempo, que el jefe de Estado, resaltó que esta acción forma parte de la reparación de las víctimas.
Es importante destacar que, el Gobierno de Colombia acusa a las AUC de haber cometido al menos 135 delitos de lesa humanidad. Entre ellos homicidio, desaparición y desplazamiento forzado en contra de cerca de 8 mil víctimas directas e indirectas.
Y directamente bajo el liderazgo de Mancuso, la Fiscalía de Colombia estima que al menos 600 personas fueron víctimas de homicidios selectivos, abusos sexuales, desplazamientos forzados; así como torturas, desaparición, secuestro extorsivo, reclutamiento de menores, entre otros.