La muy conocida Minga Social de Colombia vuelve a recorrer las carreteras del país en carro y a pie para llegar a Bogotá. El viaje no es un capricho del turismo sino el último recurso de los sectores indígenas para hablar ante quienes no les quieren escuchar: el gobierno.
La Minga avanza a la capital desde la ciudad de Cali, en donde esperaba reunirse con el presidente Iván Duque. El objetivo era plantear un debate político sobre temas esenciales que afectan a los indígenas del país, pero el mandatario prefirió esquivar el encuentro.
Duque habría designado a funcionarios de su administración para la reunión con los indígenas, pero La Minga no aceptó.
El vocero de La Minga, Oscar Salazar, informó que entre las varias peticiones del movimiento indígena “exige al Estado colombiano que cambie sus políticas en materia de la explotación minería, que favorece a las empresas transnacionales, y atenta contra las comunidades”.
La #MingaPorLaVidayPorLaPaz llega a Cali, y su bienvenida es cultural.
Su lucha nos hace juntarnos, sus sueños alimentan la fuerza imparable por la justicia social.Viva la Minga!! pic.twitter.com/utyCybK2ak
— Unión Patriótica (@UP_Colombia) October 12, 2020
Desafío al desaire histórico
Para Salazar la apuesta de hablar con Duque es la medida más radical de un movimiento desairado históricamente por todas las instancias locales de gobierno.
Además de hacer nítida las demandas de La Minga, sus integrantes se han encargado de aclarar que su causa es mucho más que una protesta; sino una corriente “de carácter político porque vamos, primero, por el derecho a la vida, al territorio, a la democracia y la dignidad de los pueblos indígenas, campesinos y del pueblo colombiano”.
La causa de La Minga no es sólo el interés de los indígenas. A sus exigencias se han sumado sindicatos, estudiantes, campesinos y movimientos sociales que luchan contra los mismos problemas de violencia, exclusión y desplazamiento forzoso.
Minga le digo, todos y todas a la Gran Minga Social del Suroccidente Colombiano. #MingaPorLaVidaYPorLaPaz pic.twitter.com/PGz7KiL5Ae
— CRIC Colombia Cauca (@CRIC_Cauca) October 12, 2020
Una hazaña del tamaño del problema
La dimensión de los problemas planteados por los indígenas puede decirse que es el mismo tamaño de su determinación de llegar como sea y cuándo sea a Bogotá para hablar con el presidente Iván Duque.
Desde Cali hasta Bogotá, la distancia en carro es de al menos 452 kilómetros; un recorrido que se hace en 9 horas, o en más de 5 días a pie.
Esta causa social que se revela desde el interior de Colombia es la metáfora de un país que tiene que ingeniarse las formas más increíbles para llamar la atención de sus autoridades; las cuales se miden en un pulso de indiferencia y terca obstinación.
Pero en este recorrido no están todos los que quieren. Desde hace 48 días La Minga denuncia que uno de sus dirigentes está desaparecido.
Mientras avanzan, parece que lo hacen sin obstáculos en la carretera pero sí con la barricada de la estigmatización en las redes. Desde el tuiter no son pocos los que hacen suya la versión del gobierno de que la protesta indígena es un peligro ya que estaría infiltrada por el ELN y disidentes de la FARC-EP.