El pasado jueves, la justicia colombiana suspendió el uso de agentes químicos a la Policía Nacional de la nación neogranadina para reprimir las protestas de la población.
El fallo emitido por el Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Bogotá ordena a la fuerza de seguridad colombiana suspender de forma inmediata el dispositivo lanzador de pimienta con propulsión pirotécnica, gas o aire comprimido; lo mismo que granadas con carga química, granadas fumígenas, cartuchos con carga química, cartuchos fumígenos o cualquier otra sustancia semejante.
ATENCIÓN
Un fallo del Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Bogotá, le ordena a la Policía Nacional no utilizar gases lacrimógenos en protestas.
— Unidos UTP (@UnidosUtp) November 1, 2020
Protegidos solo durante la pandemia
Sin embargo, la medida de protección para quienes ejerzan el derecho al reclamo justo de sus demandas; sólo se mantendrá activo mientras dure la crisis sanitaria del nuevo coronavirus.
Eso debido a que el tribunal decidió que la prohibición se mantendrá vigente durante la emergencia sanitaria dispuesta por el gobierno de Iván Duque; o sus prórrogas para hacer frente a la enfermedad viral del covid-19.
Reacciones de las fuerzas de seguridad
Tras darse a conocer el fallo judicial, el Ministerio de Defensa informó que hará uso de las herramientas disponibles en el ordenamiento jurídico para que se evalúe el fallo de tutela.
Comunicado de prensa del Ministerio de Defensa Nacional.https://t.co/ebUphBcPUO pic.twitter.com/L3HrU9gyup
— Mindefensa (@mindefensa) November 1, 2020
Del mismo modo, a través de un comunicado, el Ministerio de Defensa reiteró su garantía al derecho a las protestas pacíficas; y recordó que ejerce la autoridad legítima del Estado para evitar casos de violencia o vandalismo.
Finalmente, el escrito reivindica el uso de armas, municiones y elementos menos letales, al decir que está amparado en el marco jurídico internacional.
De esta manera, se evidencia el rechazo de las autoridades policiales a la medida judicial; que promueve la protección de quienes protagonizan las protestas cotidianas en la nación más peligrosa para líderes sociales en Latinoamérica.