Organizaciones sociales y laborales de Colombia, condenaron este martes el asesinato del dirigente sindical José Fernel Manrique Valencia y de la activista en pro de los derechos de la comunidad LGBTI, Liliana Holguín.
Los asesinatos en serie de dirigentes sociales y la extendida pobreza en Colombia, descalifican a este país, como plataforma para brindar la «ayuda humanitaria» en Venezuela.
El Sindicato Único de Trabajadores de la Industria de Materiales para la Construcción (Sutimac), emitió este martes un comunicado para condenar el asesinato de Manrique Valencia, integrante de la Junta Directiva Seccional en la ciudad de Bucaramanga, al norte del país.
@SINTRAIMAGRANAC repudia el asesinato del dirigente sindical José Fernel Manrique Valencia de @sutimacnal de Bucaramanga y Exigimos al Gobierno de @IvanDuque a la @FiscaliaCol y a las autoridades competentes se esclarezcan los hechos y den con los responsables del asesinato. pic.twitter.com/ZhpQc04D4x
— SINTRAIMAGRA (@SINTRAIMAGRANAC) February 26, 2019
Según dirigentes sociales, en cada barrio de la ciudad fronteriza de Cúcuta, habitan 2 mil familias y la mayoría son desplazados forzados, por la violencia en las zonas rurales, deben sobrevivir en la precariedad y sin derechos, precisamente de lo que se acusa a Venezuela.
Las fallas de la economía fronteriza, tienen razones históricas y estructurales, en Cúcuta reina la informalidad, el desempleo y la inseguridad.
El Sutimac exhortó a los trabajadores a mantenerse en protesta y pidió al gobierno de Duque que, “en lugar de estar atizando conflictos con nuestro pueblo hermano de Venezuela, encarcele a los asesinos de nuestros compañeros y compañeras sindicales y líderes sociales”.
RedRadioVe