La vicepresidenta Ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, reveló este martes detalles cruciales sobre el proceso de apropiación ilícita de Citgo Petroleum, la filial estadounidense de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Afirmóque sectores «al servicio» de Washington participan en este despojo.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela rechaza enérgicamente la decisión judicial que ordena la venta forzosa de Citgo Petroleum Corporation. De hecho, las autoridades de EE. UU. ejecutaron esta acción en detrimento de los intereses de Venezuela y sus entidades, lo que constituye un vulgar y bárbaro despojo de un activo venezolano en territorio estadounidense mediante un proceso fraudulento, denunció la alta funcionaria al leer un comunicado.
Además, Rodríguez pidió recordar que Citgo representa un valioso activo de PDVSA que el Gobierno de EE. UU. pretende expoliar mediante la instrumentalización de un procedimiento judicial claramente contrario a derecho. En otras palabras, la Casa Blanca instrumentaliza su sistema legal para lograr objetivos económicos y políticos contra Caracas.
Proceso sin garantías y complicidad interna
A este respecto, la vicepresidenta detalló que el Gobierno de Venezuela y PDVSA fueron intencionalmente excluidosdel proceso judicial. Gracias a un tráfico de influencias del Gobierno de EE. UU. sobre sus tribunales, impidieron que Venezuela ejerciera su derecho a la defensa, utilizando la excusa de desconocer al legítimo Gobierno venezolano. Más concretamente, Rodríguez identificó un plan cuyo diseño responde al interés de la Casa Blanca en «robar activos estratégicos» a la nación suramericana.
Por lo tanto, Venezuela reitera que no reconoce ni reconocerá la venta forzosa de Citgo, adelantada en flagrante desprecio de las garantías y libertades económicas, el debido proceso y el derecho a la defensa, que cualquier nación civilizada garantiza. A esto añadió que «este caso pasará a la historia como evidencia patente y patética de que en el territorio de EE. UU. no respetan ni garantizan las inversiones extranjeras, las cuales pueden ser objeto de apropiaciones ilícitas en cualquier momento bajo rebuscados subterfugios», destacó la ministra. Al mismo tiempo, advirtió que el país suramericano cuenta con los mecanismos adecuados para procesar judicialmente a quienes participaron en esta acción lesiva, que tildó de «saqueo».
De otra parte, Rodríguez aseveró que «la forzosa venta de Citgo constituye un nuevo episodio de la agresión multiforme que ejecutan desde EE. UU. hacia Venezuela», perpetrado «en complicidad» con líderes del ala extremista de la oposición. Así, sostuvo que en esta operación de despojo participaron los dirigentes María Corina Machado, Edmundo González Urrutia, Juan Guaidó, Julio Borges, Carlos Vecchio y José Ignacio Hernández, además de lo que denominó «el grupo de delincuencia organizada […] Asamblea Nacional de 2015″.
Esta agrupación política intentó usurpar la representación de la República en el extranjero, dejando a Venezuela sin defensa frente al robo. También creó una junta directiva ‘ad hoc’ de Citgo que causó daños duraderos.
En comentarios adicionales, Rodríguez llamó la atención sobre el proceder de la Justicia estadounidense en lo que corresponde a la entrega de Citgo a «un fondo buitre», vinculado a financiamiento de campañas electorales en EE. UU. Recalcó además que Citgo posee un valor que asciende a los $12.000 millones y genera dividendos anuales en el orden de los $4.000 a $5.000 millones. Desde 2019, el grupo opositor acumuló dividendos «aproximados por $24.000 millones».
Rodríguez cuestionó: «¿Qué han hecho con ese dinero? ¿Lo han robado?». Finalmente, reveló que el juicio demostró que quienes controlan la empresa daban dinero a Juan Guaidó y a Dinorah Figuera. El Gobierno de EE. UU. autorizó todo ello. El plan diseñado en EE. UU. para robar los activos de Venezuela y desconocer al Gobierno legítimo continúa su curso. Caracas ratificó que seguirá adoptando todas las medidas para garantizar que los promotores y ejecutores del despojo de Citgo respondan ante la justicia.



