El primer boletín del Servicio Electoral de Chile SERVEL, confirma el triunfo abrumador del “apruebo” por una nueva Constitución.
El primer corte de resultados de la jornada que se puede consultar en la web, revela que el 77.85% de los chilenos quiere una nueva carta magna. Por su parte los que se oponen, llegan hasta ahora a un magro 22,15%.
Los indecisos, o los que prefirieron votar en blanco, no llegan juntos siquiera al punto porcentual en este primer boletín ofrecido al público.
Pero en este plebiscito se hizo una segunda pregunta que era incluso obligatoria responder para aquellos que votaron en negativo; se trata del formato de convención que debe debatir el próximo texto constitucional.
La opción de la Convención Mixta, que es un formato de 50% parlamentarios del congreso y 50% representantes constituyente, obtuvo 21.17%, mientras que la alternativa de la Convención Constituyente obtuvo el 78.83% de los sufragios.
Poco antes del cierre de la jornada, el presidente del ente comicial chileno había adelantado que la participación ciudadana en el plebiscito se perfilaba como la más alta desde 2012, cuando el voto pasó a ser un ejercicio voluntario.
Incluso el funcionario anticipó que este estaría muy por encima del 49% que se registró en 2016, cuando fue electo por segunda vez Sebastián Piñera.
Apruebo arrasa en el exterior
En el exterior el triunfo del apruebo fue 10 puntos más que el de la participación nacional. Los chilenos en otros países votaron por el apruebo en un 88,14%, mientras que los que rechazan un cambio en el país fue apenas un 11.86%.
En cuanto al tipo de organismo para debatir la nueva carta magna, la proporción fue similar a favor de la Convención Constituyente.
El plebiscito de este domingo 25 de octubre es un hecho político histórico en Chile, ya que es la primera vez que se le consulta al pueblo desde 1833 la discusión y aprobación de su ley fundamental.
La Constitución vigente en el país austral data de 1980 y fue promulgada por la dictadura de Augusto Pinochet. Desde la transición a la democracia solo se han realizado algunas reformas.
La reacción de Piñera
El resultado nítido de la voluntad de los chilenos volvió a sorprender a Piñera, quien hasta el año pasado pensaba que Chile era un «oasis». El presidente de la nación austral no le ha quedado otra cosa que admitir la realidad que en octubre de 2019 le colmaba las calles.
Ante el campaño popular que con más del 77% se pronunció por una nueva constitución, Piñera no le ha quedado otra cosa que decir: «Este plebiscito no es el fin, es apenas el principio», sin mencionar qué clase de principio: si el de un cambio popular, o el principio del fin del pinochetismo.
El mandatario envolvió la resonadora derrota del legado de Pinochet en un edulcorado eslogan de que la participación ciudadana ha fortalecido la democracia chilena.
Como si el resultado no fuera una derrota política de su gobierno, Piñera se metió en la cola del resultado diciendo que «este es un triunfo de todos los chilenos y chilenas que amamos la democracia, la unidad y la paz».
En uno de los pocos episodios de lucidez, dijo que «hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad».
Pero ese instante efímero se deshizo cuando haciendo control de daño ante el triunfo del Apruebo, barnizó su gobierno como una administración comprometida con los derechos humanos, perdiendo de vista a las víctimas que precisamente perdieron la visión por la represión de carabineros el año pasado, que disparó a los ojos de centenares de chilenos.