El pueblo, ha sido el primer protagonista de esta historia, que fue llevada de la mano por un comandante que decidió reconocerlo y valorarlo, hasta convertirlo en un solo corazón… “Chávez corazón del pueblo”.
Una Venezuela marcada por un bipartidismo fue salvada por un hombre común, que llegó a conectar con una población que estaba en un segundo plano. Recorriendo ciudades y pueblos, repartiendo sonrisas y escuchando un clamor Hugo Rafael Chávez Frías despertó la esperanza de casi 7 millones de venezolanos que le dieron su respaldo en las elecciones del 6 de diciembre de 1998 y así inició la V, no solo de victoria sino de una quinta república.
“Ese gran poder del que tú hablas es el poder constituyente (…) y eso es lo que le da sentido verdadero a mi candidatura, es decir, llegar a Miraflores con la votación mayoritaria de este pueblo para activar ese poder extraordinario que no es de Chávez, sino que es de un pueblo”, expresó el comandante en una entrevista realizada por José Vicente Rangel en 1997.
Inicia el camino de un llanero
Desde Sabaneta de Barinas llega Chávez a Miraflores, a impulsar una constituyente en la que contó con todo el apoyo de su pueblo y así instaurar una nueva Constitución con más participación.
Dos años en la Presidencia, y nuevamente el hombre de la boina roja se lanza a una reelección en la que gana triunfalmente con el 60 por ciento de los votos, gracias a una campaña que tenía como eslogan “Con Chávez manda el Pueblo”.
Así se da inicio a una Revolución bolivariana, con la cara de un hombre humilde que acompaña al pueblo en cada adversidad, en especial luego de vivir la terrible tragedia de Vargas, en la que el comandante atendió a los desprotegidos y vulnerables.
En respuesta a todo su amor, cada día crecía más el respaldo obtenido por un país, que en 2004 gritaba sin temor un “¡Uh! ¡Ah! Chávez no se va”.
Florentino y el Diablo
Como toda una figura democrática, Chávez llega a una nueva elección con una campaña que revivía a Florentino enfrentando al Diablo, y rememorar la segunda Batalla de Santa Inés que terminó con una rotunda victoria del «No» en el referendo revocatorio.
La ratificación de un “No” en un referendo revocatorio, vino acompañado de grandes mareas rojas para acompañar un ideal, que sin duda aún está presente en miles de venezolanos que no tienen miedo a seguir una historia que sembró Chávez en cada uno de nuestros corazones.
El Bravo Pueblo
Llega el 2006 y el comandante está listo para enfrentar una nueva elección presidencial, un Chávez sin filtro, directo y sin miedo para hablarle a un pueblo que guerreará con él hasta el final y así quedó demostrado en unos comicios que arrasó con el 62 por ciento de los votos.
Un “Bravo Pueblo”, como dice el Himno Nacional, siguió confiando en un Chávez que llevaría a Venezuela por el camino del amor y la victoria.
El socialismo como camino
Líderes históricos de la izquierda mundial comenzaron a ser parte de la lucha del comandante, quien marcaba el socialismo como política en Venezuela, buscando siempre la igualdad y el empoderamiento del poder popular.
Marx, Lenin, Mao Zedong, Che Guevara y Fidel Castro fueron las caras que comenzamos a ver acompañado del máximo líder de nuestra Revolución, que arrancó con la creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El PSUV como muestra de unidad y respaldo a la siembra de Chávez comenzó arrasar con las elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados se alzaron en sus cargos con una mayoría notoria que respaldaba un mismo camino.
El corazón de un pueblo
Sin duda el proceso más duro, pero que en ningún momento estuvo solo, Chávez mostró su lado más humano y con el que llegó hasta a los más jóvenes, que vieron en él a un padre a quien acompañar hasta el final.
“Las circunstancias me obligan a ser breve”, sin duda es una frase difícil de olvidar, en la que algunos pensaron que podía ser el fin de una historia, pero no, solo fue el comienzo de ver cómo un gran líder se multiplicó y llegó a estar en el corazones de millones de venezolanos.
2012, últimas elecciones presidenciales con Chávez como candidato, pese a la terrible enfermedad que pasaba no abandonó a su pueblo y se mantuvo hasta el fin de los días dando la cara y mostrando una gran sonrisa que acompañó toda su campaña.
Imposible olvidar ese 4 de octubre, una marea roja que inundo siete avenidas de Caracas, miles de mujeres, hombres y niños acompañándolo bajo una fuerte lluvia, sin saber que cinco meses después él partiría de este plano.
La victoria perfecta se vivió ese 7 de octubre, cuando su siembra quedó marcada con un 55,7 por ciento de los votos, más de 8 millones de venezolanos ratificaron a un líder, un héroe de lucha que nunca será olvidado, porque su legado quedó sembrado en el corazón de millones que aún lo recuerdan y extrañan.
Un largo camino electoral vivió nuestro líder revolucionario durante 15 años, en los que nunca estuvo solo, siempre su pueblo lo acompañó y sin importar que no esté físicamente, siempre estará en cada uno de nosotros, porque el comandante no solo es el corazón de un pueblo, sino que fue la alegría y la esperanza que llegó para dar luz y respaldar un nuevo comienzo.
Por eso, no se debe olvidar que aún vive, porque “Chávez somos todos”.
