El show de Guaidó
Juan Guaidó parece dispuesto a hacer y decir lo que sea, con tal de demostrar que este “régimen” le persigue y le violenta. Su llegada a Maiquetía, como era de esperarse, desató una caravana de comentarios tanto en redes sociales, como en la prensa convencional.
Asaltan los medios 2.0 con la noticia de que su tío ha sido “secuestrado”, a esa conclusión parecen llegar después de comentar que ha desaparecido. Jamás desapareció y ellos lo sabían. Juan José Márquez, estaba detenido por el traslado ilegal de sustancias controladas, prohibidas dentro de la legislación vigente que regula materiales peligrosos. Márquez cometió un delito: “Traía unas linternas tácticas, las cuales contenían en su interior, en el compartimiento de las baterías, sustancias químicas de naturaleza explosiva, presuntamente explosivo sintético C4. Aquí está, esto no es mentira”, dijo el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, en su programa ”Con el Mazo Dando”, mientras mostraba una imagen del material.
El punto en cuestión, no admite discusiones, ni de forma ni de fondo. Guaidó y su familia, trasladan ilegalmente explosivos en un vuelo comercial. No entender que se trata de un gravísimo incidente, es una necedad. Por desgracia, la alienación comunicacional condiciona a las masas. Las masajea, las seduce, las perpetra y las convence. Así funcionan los “Fakenews”.
Pero la cereza en la copa helada llega después, Guaidó se lanza con todo. Su cédula de identidad fue retenida a su llegada a Maiquetía. Había violado una orden del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que le impedía salir del país. El video que relata el incidente, no deja lugar a dudas. Apegado a la legislación y al orden constitucional, el funcionario que le atiende, le informa que su documento de identidad ha sido retenido. Guaidó debía suponer que así sería, pero el funcionario le permite el ingreso al país. El resto es historia…
Guaidó publica en su cuenta tuiter: “Con Partida de Nacimiento y Cédula. Gracias a los funcionarios honestos y comprometidos que nos ayudaron y me la hicieron llegar. La dictadura que atienda sus fracturas internas y sus divisiones, lo que viene es inevitable. No estamos solos. Ni fuera ni en casa”.
La cédula que muestra la imagen de un Guaidó sonriente corresponde, según la firma del director (Dante Rivas) al periodo 2012-2013, pero Rivas tuvo un corto regreso en 2015. Teóricamente, la cédula de la imagen está vigente. Guaidó debe haberse retratado con una cédula laminada antigua. Pero legal.
Pretenden hacer creer que un sector gubernamental les apoya. Y un sector gubernamental capaz de tomar decisiones serias, como expedir un documento de identidad, sin estar presente el ciudadano en cuestión.
Diosdado Cabello presentó imágenes que sobrepasan toda especulación. La cédula de identidad de Guaidó fue destruida, como se acostumbra en casos similares. Resulta imposible que le expidieran una nueva cédula. Empecemos por definir que se trata de un trámite presencial, por tanto “que le hayan hecho llegar” un nuevo documento es una ilusión, un despropósito.
Nadie lo acompaña en esta nueva aventura, nadie que sea capaz de inclinar la balanza de su lado.
Existe un gobierno legalmente constituido y su máximo representante es Nicolás Maduro Moros.
Guaidó ha iniciado una confrontación radical contra Nicolás Maduro. Se trata del viejo asunto del bien contra el mal. Hasta ahora, gana la sensatez. Amanecerá y veremos…