Para muchos de los jóvenes y adultos que hoy cuentan con 30 años en adelante, que vivieron su niñez y adolescencia a finales de los 90 y principio del 2000, el salir de “Vacaciones” era sinónimo de lujo, algo exclusivo para ricos, trabajadores de la empresa privada y en algunos casos de instituciones públicas bien pagadas.
Pero para los niños y adolescentes de los sectores más humildes, vivían las vacaciones jugando en la calle o esperando que sus padres los “sacaran a pasear» a alguna plaza pública o parque, ni hablar de viajar a una playa o un río, pues era sumamente costoso.
El comandante Chávez identificó el problema y además de crear espacios y políticas de recreación (Planes vacacionales comunitarios), para el disfrute de todas las personas; aumentó el poder adquisitivo, logrando desarrollar el llamado “turismo nacional”, el cual logró repuntes sin precedentes en la historia de nuestro país. Es decir que hoy lo que parece una actividad “normal” y común, es en realidad un derecho conquistado por el pueblo y el comandante Chávez.
Por su parte, el presidente Nicolás Maduro en el año 2016, institucionaliza el Movimiento Nacional de Recreadores, un espacio desde donde se alistó a un batallón encargado de realizar actividades culturales, deportivas y recreativas desde sus propios barrios o sectores; acción que cayó como un rayo en las comunidades, donde se podían ver a jóvenes y adolescentes guiando niños y niñas quienes por intermedio de canciones y juegos, alegraban las calles, canchas y espacios públicos de los barrios y sectores populares del país.
Posteriormente se incorporaron los Consejos Comunales y Comunas a esta ecuación, donde se podía ver a las doñas de las comunidades, cocinando, limpiando, aportando y coordinando, para garantizar la felicidad de los más pequeños, logrando transformar una política pública de recreación, en un derecho para los más pobres.