En los detalles está el diablo. La máxima de la sabiduría popular calza como anillo al dedo, para describir el caso de la periodista venezolana Carla Angola. La comunicadora, radicada desde algunos años en Estados Unidos, desde siempre se ha caracterizado por atacar visceralmente al gobierno venezolano con descalificativos de todo calibre. Por sus opiniones y actitudes es conspicua representante de esa clase social que se cree mejor que los demás, basada en una “mejor” formación académica y en una supuesta ética incorruptible. No obstante, esta ciudadana ha sido denunciada en redes sociales como una propietaria morosa. Al parecer con una enorme deuda que perjudica a los demás copropietarios del inmueble, donde vivía cuando no había emigrado.
Desesperada por la situación de negligencia, irresponsabilidad e indolencia, la usuaria Yuri Mora respondió a un tuit de Angola del siguiente modo:
“Sra. Carla es urgente que se ponga al día con los pagos por arreglos varios del edificio donde tiene sus apartamentos en CCS, me veo obligada a escribirle por acá. Le sugiero venda o alquile sino puede manejar eso, nos trae complicaciones a los otros propietarios“, expresó la ciudadana afectada.
Irresponsable e inmoral
El incidente retrata de cuerpo entero la irresponsabilidad y la falta de moral de una figura pública. Especialmente, porque en Venezuela y fuera del país, mantiene un tono moralizante en sus declaraciones, siempre etiquetando a los chavistas de corruptos. Y, sin embargo, esta señora viola un principio elemental de la convivencia en comunidad, como es el pago del condominio para cubrir los gastos de manutención de una propiedad.
Si lo vemos desde el punto de vista psicológico y sociológico, Angola deja ver que los principios que realmente guían su conducta son el individualismo extremo y el egoísmo en su máxima expresión. Al parecer está más preocupada por la comiquita presidencial de Estados Unidos, que en tener sus obligaciones al día.
