Carl Herrera Allen, trinitario de nacimiento, venezolano de crianza y corazón, representa sin duda un ejemplo de constancia y disciplina. Luego de superar múltiples obstáculos personales, hace 29 años, este gigante de 2,06 metros de estatura se convertía en el primer criollo en jugar en la NBA.
Ídolo del baloncesto venezolano durante los años 80 y 90, su hazaña quedó doblemente grabada en el imaginario colectivo. En primer lugar, por ser el primero en pisar los míticos tabloncillos de la NBA como jugador activo y en segunda instancia por codearse de tú a tú con diversos integrantes de una constelación de estrellas que es considerada por muchos como la mejor de todos los tiempos.
Ciertamente, Carl alternó con colosos de la talla de su majestad Michael Jordan, Charles Barkley, Hakeem Olajuwon, Clayde Drexler, Karl Malone y Patrick Ewing, por citar sólo algunos. Además, el venezolano-trinitario no solo debutó en la temporada 91 con los Rockets de Houston, sino que se coronó dos veces campeón de la NBA de forma consecutiva en las temporadas 94 y 95.
Líder indiscutible
En el ámbito nacional fue uno de los líderes fundamentales del histórico triunfo de la selección en el preolímpico de Portland. Se considera que el equipo venezolano fue simbólicamente el campeón, ya que al derrotar a Brasil no había prácticamente más nada que buscar. Esto porque la selección norteamericana se consideraba el primer Dream Team, con fenómenos como Jordan, Larry Bird y el Mágico Johnson entre muchos otros. Los estadounidenses se coronaron campeones invictos en 6 juegos.
Por su parte, los venezolanos, liderados por el técnico puertorriqueño, Julio Toro, hicieron historia ganándose un cupo a las Olimpiadas de Barcelona 92. Clasificaban a la magna cita deportiva con una flamante medalla de plata. En ese equipo destacaban Herrera, Luis Jiménez, Gabriel Estaba (El jabao), Iván Olivares y Sam Shepherd. Asimismo, Rostin González, Víctor David Díaz, Alexander Nelcha y Melquiades Jaramillo. Completaban la pléyade Armando Palacios, Nelson Kako Solórzano y Omar Walcott Roberts. Sin duda, brindaron momentos estelares para toda la fanaticada del basket venezolano. Desde ese entonces se les conoce como los «héroes de Portland».
De extracción humilde, Herrera se empinó sobre las dificultades y dejó cifras impresionantes en su carrera deportiva. Siendo, hoy por hoy, una cima del basquetbol venezolano. Su estilo disciplinado y cortés le valió el afecto y admiración dentro y fuera del tabloncillo.
Al terminar la temporada 2000 del baloncesto profesional de Venezuela, ocupaba el octavo puesto de todos los tiempos en rebotes (2 mil 560), segundo en bloqueos (547) y el puesto 20 en puntos (4 mil 971). Fue elegido en las temporadas 1989 y 1990 en el Equipo Todo Estrellas del baloncesto profesional de Venezuela.
Desde RedRadioVe celebramos la brillante deportiva de Carl Herrera, deseando que continúen los éxitos en su faceta como preparador y director técnico. Ha sido un gran ídolo del deporte nacional. Ejemplo de superación y entrega para varias generaciones.