El pasado 15 de mayo salió a la luz pública un informe de Bloomberg, que revela que opositores venezolanos, encabezados por el integrante de Primero Justicia (PJ), Henrique Capriles Radonsky, han contactado al Departamento de Estado de Estados Unidos con la finalidad de que sea retirado el apoyo del presidente Donald Trump y compañía a Juan Guaidó como «líder» de la oposición venezolana.
Esto a partir de los reiterados fracasos que este personaje ha tenido desde que, por decisión de EE.UU., se presentó al país como representante de la fracción de ultra derecha que convoca al derrocamiento del presidente Nicolás Maduro a través de la violencia y la injerencia internacional.
En tal sentido, tres diputados de Primero Justicia: Ángel Alvarado, Eudoro González Dellán y Rafael Guzmán, habrían hecho enlace con el Departamento de Estado para pedir a Washington un viraje en el apoyo al liderazgo opositor, lo cual refleja la subordinación de la derecha venezolana a intereses y órdenes imperiales.
En reiteradas ocasiones, el dos veces perdedor contra Hugo Chávez en elecciones presidenciales, Capriles, ha tomado distancia del sector de la ultra derecha que promueve a Guaidó e incluso ha llamado a «negociar» con el presidente Nicolás Maduro. El rechazo al autoproclamado ha sido reforzado a partir de dos fracasos seguidos: el intento de golpe de Estado del 30 de abril de 2019 y la reciente y frustrada incursión terrorista contra Venezuela del pasado 3 de mayo, cuya responsabilidad no ha asumido públicamente, a pesar de inobjetables evidencias.
