El ex “embajador” de Colombia designado ilegalmente por Juan Guaidó, Humberto Calderon Berti, ofreció nuevas y polémicas declaraciones, donde hace un llamado a poner fin al monopolio del G4, hecho que deja ver, entre otras cosas, las contradicciones en su discurso.
Berti, conocido por hacer público el robo del dinero de la “ayuda humanitaria” en el año 2019; escándalo que comprometió la credibilidad de Juan Guaidó y las organizaciones políticas que lo apoyan, denominados G4. Ahora justifica el “interinato” endosando errores a la supuesta falta de experiencia, las malas decisiones y el monopolio ejercido por los partidos.
Calderon Berti: Hubo un reparto entre los dirigentes de los partidos del G4 para copar no solamente los cargos directivos, sino también los cargos gerenciales. Los resultados están a la vista: un rotundo fracaso. El asunto central de todo esto es que hubo una generación que accedió a una parte del manejo del Estado…no tenían ninguna experiencia en el manejo de los asuntos públicos. La Asamblea era para legislar, controlar; no para ejecutar.
En la entrevista concedida al portal Politiks, Berti niega el debilitamiento de Juan Guaidó tras la “renuncia” de Julio Borges; sin embargo cataloga al exdiputado de La Guaira como un mal necesario para la oposición venezolana, al afirmar que es lo “único que les queda”.
Por otro lado, deja abierta la propuesta de renovación del liderazgo opositor, basándose en la “vigencia” del estatuto para la transición, documento inconstitucional que intenta justificar y amparar al gobierno interino; el cual establece el fin del “interinato” de Juan Guaidó, a partir de enero de 2022.
Calderon Berti: Ahora, lo que nos queda a los venezolanos es Guaidó. Lo razonable es que exista a partir de enero un gobierno interino distinto. No puede ser que el G4 tenga el monopolio del poder en Venezuela.
Ante el inminente colapso de la organización ideada para atacar al gobierno de Nicolás Maduro, Berti propuso la reestructuración del “interinato” colocándose como la opción más capaz para llevar grandes asuntos; esto en un intento por sumarse nuevamente a la estructura que hace tres años tildó de corrupta y traidora.