Supersticiones, rituales, mañas, cábalas, mufa, llámese como sea, la hechicería o creencias en poderes superiores en los deportes existe y el fútbol no es la excepción. Esta semana un video viejo se viralizó en donde se observa a un jugador en Ruanda que recibió tarjeta amarilla por hacer «brujería» en el arco.
Lo curioso es que no se trata de algo inédito. En este y otros deportes, las protecciones espirituales son de larga data y con una diversidad extensa de expresiones.
En aquel partido de diciembre de 2022, el arquero del Mukura Victory colocó amuletos en ambos palos para evitar el gol en un partido con su equipo. El detalle está en que el delantero Moussa Camará logró darse cuenta de esto y en un descuido del guardameta, retiró uno de estos artilugios y solo así anotó para su equipo.
La federación de Ruanda quiere acabar con los ‘tramposos’ (o al menos así lo creen ellos) en el fútbol; y para ello han anunciado que castigarán duramente a los jugadores que utilicen la brujería en los partidos.
Hora de hablar de fútbol, pero desde el ocultismo y la brujería:
Iniciamos con este partido en Ruanda, el arquero del Mukura Victory había colocado amuletos en ambos palos para evitar el gol. El delantero Moussa Camará logró retirar uno de estos y anotó ⚽️ pic.twitter.com/gmBAmN6lvw
— Simply Kelly (@KellyTowerss) December 5, 2022
Este video rodó por las redes sociales lleno de estigma, sorpresa pero cargado de mucho racismo y xenofobia, ya que según algunos usuarios esto solo se ve en el fútbol africano, debido a sus creencias religiosas asociadas a la hechicería.
Sin embargo, la historia dice lo contrario. La brujería, es un recurso que suelen utilizar algunos equipos o jugadores para tomar ventaja en determinadas situaciones o bien para perjudicar a alguien más, siempre y cuando se le tenga fe a lo que se realice.
Magia, cábala, brujería
Las supersticiones van desde un brinquito antes de pisar la línea en la cancha, besar el escudo de la camiseta, zapatos de distintos colores, amuletos tipo rosarios o cadenas con dijes con alguna representación divina que los protege o hace mejores jugadores, todo vale. Por lo que la tarjeta amarilla que recibió el ruandés asoma algo de discriminación a sus creencias particulares.
Con seguridad, Cheick Issa agarra un trozo de corteza «contra el mal de ojo» y una botella con una poción amarillenta: «Es con lo que curo a este futbolista, que se lesiona en cada prueba importante con su club».
Efrén Díaz, psicólogo deportivo del Real Sporting de Gijón y coordinador del área de enfoque y desarrollo del personal explicó: “Es posible que el deportista que necesita de manías y supersticiones acabe estando más pendiente de recordar realizar esas acciones, que no tienen que ver directamente con el juego, en lugar de estar concentrándose realmente en conductas que tienen que ver con la propia competición”.
Casos varios
Uno de los más recientes casos fue el de un seguidor del Fluminense de Brasil quien aseguró que vendió su alma para salir campeones de la Copa América y bueno, ya se conoce el resultado.
El portero de la selección española, Pepe Reina, admitió que siempre echaba gasolina en su coche antes de los partidos y lo aparcaba en el mismo sitio. Cristiano Ronaldo reconoció que se pone las prendas de ropa empezando siempre por el lado derecho y que nunca cambia su sitio en el autobús.
De hecho, en el seno de la Selección de Argentina, campeona mundial, ocurrió una acusación contra Alejandro «El Papu» Gómez, de haber recurrido a la magia negra para perjudicar a un compañero suyo.
También en Argentina es conocida la maldición de Racing Club, según se argumenta un grupo de hinchas de Independiente enterró bajo una de las porterías de la cancha 7 gatos muertos para que los arqueros racinguistas cometan errores que perjudican al equipo.
Más y más casos
El rumano Adrian Mutu fue conocido por poner algunas hojas de albahaca en sus calcetines antes de los partidos, pero también lo fue por su encuentro con un grupo de brujas.
Otro caso a recordar es de «la ayuda» que recibe Jamie Vardy, futbolista inglés quien explicó el secreto en su más reciente autobiografía, que su fórmula para mantener su hiperactividad en el campo de juego es beber media botella de una bebida energética con porto la noche anterior a los partidos. Además de agregar tres latas de Red Bull y una café doble expreso horas antes del saque inicial.
Antes de cada partido, el capitán del Chelsea ha utilizado el mismo orinal en el ala derecha del estadio Stamford Bridge durante los últimos 10 años. Así como escuchar la música de Usher, estacionar en el mismo sitio, sentarse en el mismo lugar en el autobús y utilizar la mismas espinilleras. Con la diferencia que a estos no les sacan tarjeta amarilla por creer en estas acciones.