El organismo regulador de medicinas en Brasil autorizó el uso de emergencia de 2 vacunas contra la coronavirus. Se trata de los preparados del laboratorio chino Sinovac y el de AstraZeneca con la Universidad de Oxford.
Una vez obtenido el permiso, el gobierno de Sao Paulo comenzó a aplicar el antídoto, un proceso sanitario aparentemente contaminado por los intereses políticos.
La primera en recibir la dosis fue una enfermera afrodescendiente de 54 años; acto en el que estuvo el gobernador paulista Joao Doria, un político que no está inmune a las intenciones presidenciales en 2022.
Competencia de vacunaciones
El comienzo de la vacunación en el estado de Sao Paulo se adelanta al plan del gobierno de Bolsonaro de comenzar a vacunar este miércoles.
La administración federal usaría para su plan nacional la vacuna de AstraZeneca; compañía con la que habría pactado la compra de 100 millones de dosis. Según los medios locales, el operativo del presidente Jair Bolsonaro tiene fecha de comienzo, pero no las dosis; las cuales no han llegado todavía al país.
El Ministro de Salud cargó contra la vacunación comenzada por el estado de Sao Paulo, calificando el comienzo del operativo como un acto de marketing político, ya que Doria es un potencial candidato a la presidencia que hace sombra sobre las intenciones de Bolsonaro para repetir.
¿Triunfo de la ciencia o posición adelantada?
El plan de vacunación del gobierno de Bolsonaro promete ser un magnífico despliegue de logística con algo de propaganda. El titular de Salud brasileño ha dicho que ésta “será la mayor campaña de inmunización” contra la covid-19 en el mundo.
Además adelantó que su país tendría la capacidad increíble de aplicar hasta 1 millón de vacunas por día; un esfuerzo para salvar vidas que hubiera sido bastante útil desplegar al comienzo de la crisis para evitar así la magnitud del segundo saldo de muertes más alto del mundo por motivos de la pandemia.
Por su parte, Joao Doria, consciente de la potencia comunicacional de la primera inyección contra la enfermedad declaró que “Este es un triunfo de la ciencia, un triunfo de la vida contra los negacionistas”, una afirmación que es un golpe directo a Bolsonaro, quien desde el comienzo ha desestimado la enfermedad como una gripecita.
El uso de emergencia de las 2 vacunas fue aprobada por el organismo local: La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria ANVISA.