El primer ministro de Ontario (Canadá), Doug Ford, denunció al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su medida de prohibir a la empresa estadounidense 3M vender mascarillas al vecino del norte.
El inquilino de la Casa Blanca impuso la Ley de Protección de la Defensa Nacional (Defense Production Act), de 1950 de la guerra de Corea que impide “exportar mascarillas médicas N95, guantes quirúrgicos y cualquier otro producto médico a Canadá y Latinoamérica». Debido a que la situación actual es catalogada de «guerra» y necesita de toda la producción nacional de insumos médicos posible.
Aliados históricos se pelean:
La conspiración para derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro los une y la “guerra de las mascarillas» los enfrenta. Una guerra que no solo pone a litigar a los vecinos gigantes del norte de América, sino que también enfrenta a los «unidos» de Europa, que se «roban» a diario los envíos de China.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, recibió con alfombra roja al autoproclamado Juan Guaidó, siguiendo las instrucciones del poco ortodoxo Trump. Pero ahora está entre la espada y la pared cuando los primeros ministros de cada región canadiense se rebelan al gobierno central exigiendo acciones contundentes. No obstante, la respuesta del político «hijo del amigo de Fidel Castro» fue: «No vamos a tomar represalias contra EE.UU.».