El Gobierno de Bielorrusia responde las sanciones impuestas por Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea, con un embargo alimentario que prohíbe las importaciones de mercancías desde los países que sancionaron a Minsk.
«De acuerdo con la decisión adoptada por el Gobierno, a partir del 1 de enero de 2022 se impondrá un embargo alimentario contra una amplia lista de bienes producidos en países que aplican políticas discriminatorias y realizan actos inamistosos contra nuestro país». anunció el Ministerio de Exteriores bielorruso a través de un comunicado.
El Gobierno de Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia, manifestó además que ejecutarán un plan para «contrarrestar la presión externa de Occidente». El plan, según el comunicado, incluye medidas necesarias para saturar el mercado interno con mercancías similares a los prohibidos, pero procedentes de «países amigos».
Otras medidas
El Gobierno de Bielorrusia también incluyó a nuevas personas «indeseables» en su lista de vetados para entrar en el país. Y tomó medidas recíprocas con las aerolíneas de los países de la Unión Europea y el Reino Unido, que practican la «competencia desleal».
Minsk asegura que además continuará implementando programas para fortalecer la integración económica con Rusia. «Así como construyendo fuertes vínculos comerciales y económicos con socios de la Unión Económica Euroasiática; y países de Asia, África y América Latina».
¿Sanciones reciprocas o cooperación constructiva?
El gobierno de Bielorrusia señaló las medidas son «de carácter recíproco»; pero que pesar de las circunstancias, «pueden ser anuladas si los países y grupos de países afectados por ellas abandonan la lógica de los tiempos de la Guerra Fría y vuelven a la senda de la cooperación constructiva en aras del mantenimiento de la paz y la estabilidad en el continente europeo».
Bielorrusia respondió a las sanciones con estas medidas pocos días después de que la UE incrementara la presión contra Minsk. EE.UU. Y la EU continúan señalando a Bielorrusia de provocar una presunta «guerra híbrida» al permitir que migrantes pasen por su territorio para entrar a Polonia.
Por su parte, Bielorrusia rechaza las acusaciones de Occidente y denuncian el despliegue militar de la OTAN cerca de sus zonas fronterizas.
