El Banco Mundial alertó que siete de cada diez peruanos son pobres o están más cerca de caer en la pobreza, por lo que llamó a reducir la fragilidad social y avanzar hacia un crecimiento más equitativo.
De acuerdo al informe “Resurgir Fortalecidos: Evaluación de Pobreza y Equidad en el Perú», en el país suramericano el 60% de los hogares carecen de uno o más servicios esenciales, como agua potable, saneamiento, electricidad e internet.
“Hoy hay más personas pobres y vulnerables que antes de la crisis, y la mayoría de ellas vive en áreas urbanas”; advirtió el informe del Banco Mundial.
Por su parte, el director global de Pobreza y Equidad del Banco Mundial Luis Felipe López-Calva, explicó que la reducción de la pobreza en el Perú en las últimas dos décadas es destacable. Sin embargo, hoy siete de cada diez peruanos son pobres o vulnerables a caer en la pobreza.
Estas cifras son consecuencia de la pandemia de la covid-19, que frenó avances en el país y provocó que cerca de dos millones de personas cayeran en la pobreza. Incluso, los índices actuales de pobreza son superiores a los del 2019.
«La tasa de pobreza nacional se incrementó al 30,1 %, un grado que no se había visto desde 2010, y la pobreza extrema alcanzó el 5,1 % en 2020, comparable con la tasa de 2013″; indicaron.
La #COVID19 reveló la fragilidad de los avances sociales y económicos del #Perú.
Hoy, 3 de cada 10 peruanos son pobres y 4 de cada 10 están en riesgo de caer en pobreza, el nivel más alto desde 2004. https://t.co/y0JLftQgpf #PobrezaYEquidad pic.twitter.com/Pbn2ATjNR7
— Banco Mundial | América Latina y el Caribe (@BancoMundialLAC) April 27, 2023
Ante este escenario, el Banco Mundial destacó que pese a las consecuencias económicas y sociales provocadas por la covid-19, el Gobierno de Perú dio una importante respuesta para amortiguar un aumento de otros 3,6 puntos de la tasa de pobreza.
Para 2022, la actividad económica se ha recuperado, pero los hogares perciben menos ingresos laborales y la calidad del empleo es menor.
Añadieron que es probable que la alta inflación y la incertidumbre política obstaculicen la recuperación económica, y que las tasas de pobreza no se recuperen en el mediano plazo.