Atentado a Juan Pablo II y las teorías de conspiración

Era miércoles 13 de mayo de 1981 y el papa Juan Pablo II paseaba en el papamóvil por la Plaza de San Pedro, saludando a las personas allí congregadas como era de costumbre, pero no sé esperaba recibir cuatro impactos de bala en un atentado en su contra.

Un turco le disparó

Un ciudadano turco, Mehmet Alí Agca, efectuó varios disparos al pontífice recibiendo un total de cuatro perforaciones de bala. Dos de ellas se alojaron en su estómago, una en el brazo derecho y otra en la mano izquierda.

Teorías de conspiración: los comunistas

La CIA acusó a la KGB de estar detrás del atentado, debido al apoyo del papa a algunos de los movimientos más importantes en la lucha contra los comunistas. Sobre todo en Polonia donde había un gobierno comunista que, supuestamente, veían en el papa una amenaza. Dicha versión nunca pudo ser comprobada.

Teorías de conspiración: los capitalistas

Los soviéticos acusaron a los norteamericanos y a los ingleses de crear esta conspiración, para socavar el poder comunista en países como Polonia y Europa del este. Tampoco fue comprobado.

Teorías de conspiración: el Vaticano

Existen evidencias que señalan al mismo Vaticano como centro de esta conspiración, producto del carisma y las transformaciones que venía realizando un papa NO italiano y que gobernaba en Roma.

La versión de Juan Pablo II

El 26 de junio de 2000 el papa Juan Pablo II publicó el “Tercer Secreto de Fátima”, donde decía que el intento de asesinato de Ağca fue el cumplimiento de este “Tercer Secreto”. El 13 de mayo (la fecha del intento de asesinato) es el aniversario de la primera aparición de la Virgen María a los tres niños de Fátima, algo que al papa siempre le pareció significativo, y por lo tanto atribuía su supervivencia ese día a su protección. Algunos dudan que la Iglesia haya revelado completamente el contenido de este “Secreto”, creyendo que en realidad el mismo está predicho en el Apocalipsis.

¿Qué pasó con el turco?

Alí Agca, tras ofrecer varias versiones contradictorias, fue condenado a cadena perpetua por la justicia italiana ese mismo año. Aunque ya había hecho público su perdón, Juan Pablo II visitó en la cárcel a su asesino frustrado y se reunió con él. Juan Pablo II tiempo después del atentado fue a la cárcel y lo perdonó manteniendo una relación cordial con Agca y su familia. Tanto es así, que solicitó a la justicia italiana el indulto para su agresor. A pesar de estar condenado a cadena perpetua, en junio de 2000 se le otorgó la libertad. Sin embargo, la justicia turca tenía también cuentas con él y se le extraditó allí, donde cumpliría otra condena hasta 2010, cuando fue liberado después de casi 30 años encarcelado.

El atentado en Venezuela

Era 1985 y el gobierno de Jaime Lusinchi se preparó por mucho tiempo para la visita del papa, sin embargo no todo fue color de rosa pues se descubrió que en la azotea del recién inaugurado teatro Teresa Carreño estaban dos francotiradores con la intención de matar a Juan Pablo II, también habían dos más en un apartamento en Plaza Venezuela con la intención de hacer lo mismo. A última hora, en lo que era la Disip (Dirección General Sectorial de los Servicios de Inteligencia y Prevención); tuvieron que correr para revisar quienes estaban con armas esperando al Papa. Desde el Palacio de Miraflores decidieron callar todo ya que sería contraproducente hablar del posible atentado. Nunca se supo la nacionalidad de los mismos, tampoco cómo habían entrado al Teatro Teresa Carreño. Tampoco si tenía que ver con el atentado que había sufrido Juan Pablo en mayo de 1981.

Juan Pablo II en la Guerra Fría

Mucho se dice de este personaje histórico, uno de sus principales papeles fue la lucha frontal contra el mundo comunista y una de sus principales “amenazas” fue la influencia que jugó en la Polonia católica en el bloque soviético visitándola más de tres veces. Por otro lado en Latinoamérica amenazó a los padres, cardenales y cualquiera de la jerarquía de la iglesia que estuviera inmerso en potenciales “eventos guerrilleros” por considerarlos “a favor del comunismo”, excomulgando así a varios sacerdotes que asumían una postura política. Tiempo después se ha descubierto que la elección del “papa viajero” (hoy santo) y los atentados que sufrió tenían mucho que ver con su política internacional y las acciones que tomó a lo interno del Vaticano, que supuestamente, no gustaban ni a “comunistas” ni a “capitalistas”.

David Hernández: