En respuesta al bombardeo ucraniano contra la ciudad rusa de Bélgorod, las Fuerzas Armadas de Rusia atacaron centros de toma de decisiones e instalaciones militares en la ciudad ucraniana de Járkov, ubicada en la región homónima, informó este domingo el Ministerio de Defensa ruso.
“Ayer, las Fuerzas Armadas ucranianas lanzaron un ataque con lanzacohetes múltiples contra Bélgorod, matando a civiles, incluidos niños. En respuesta a este acto terrorista, las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa atacaron centros de toma de decisiones e instalaciones militares de Járkov utilizados por el régimen criminal de Kiev”, reza un comunicado de Defensa.
El Ministerio detalló que como resultado del ataque ruso fueron liquidados efectivos de las Fuerzas Armadas y del servicio de inteligencia militar de Ucrania que “estaban directamente implicados en la planificación y ejecución del atentado terrorista” contra la ciudad rusa.
También señala que fueron eliminados hasta 200 mercenarios extranjeros que “iban a participar en incursiones terroristas” en los territorios rusos fronterizos con Ucrania.
Además, en la región de Járkov, las fuerzas rusas bombardearon con misiles de alta precisión el edificio del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y el punto de despliegue temporal de la formación nacionalista Sector Derecho (declarado como grupo extremista y prohibido en Rusia).
Como resultado, fueron liquidados miembros del SBU, mercenarios extranjeros y milicianos del batallón nacionalista ucraniano Kraken que prepararon operaciones de sabotaje en territorio ruso.
De acuerdo con Defensa, en la región de Jmelnitski, ataques de alta precisión alcanzaron una sucursal del centro nacional de control espacial, utilizado por los ucranianos con fines de reconocimiento.
Asimismo, en el bombardeo fueron destruidas varias bases de combustible, puntos de despliegue temporal de unas unidades de las Fuerzas Armadas ucranianas y mercenarios extranjeros, cuyo número ascendía a 600 combatientes, así como lugares de estacionamiento de equipos militares y sistemas de artillería.
“El enemigo sufrió importantes pérdidas”, subrayó el Ministerio ruso.
También fueron destruidos dos sistemas de lanzacohetes múltiple HIMARS, “con cuya ayuda el régimen de Kiev planeaba lanzar ataques con cohetes contra la ciudad rusa de Donetsk durante las fiestas de Año Nuevo”.
“Insistimos una vez más en que las Fuerzas Armadas rusas solo están atacando instalaciones militares y la infraestructura directamente relacionada con ellas”, concluyó.
De acuerdo con el Ministerio de Salud ruso, 24 civiles murieron, 4 de los cuales eran niños, y 107 personas resultaron heridas de diversa gravedad, entre ellas más de 10 niños.
El representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó que el ataque de Ucrania contra Bélgorod “es un acto deliberado de terrorismo contra los civiles”. Foto: RT
Mientras, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió este sábado a solicitud de Rusia para abordar el ataque ucraniano al centro de la ciudad rusa de Bélgorod.
El representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, destacó que el ataque de Ucrania contra Bélgorod “es un acto deliberado de terrorismo contra los civiles”.
El vocero de la delegación rusa criticó la reacción del organismo internacional, que no condenó al régimen de Kiev y se limitó a expresar: “Los ataques contra las infraestructuras civiles y la población violan el derecho internacional humanitario, son inaceptables y deben cesar inmediatamente”.
“Nos sorprende el silencio del secretario general sobre esta cuestión”, subrayó. “En cambio, desde la ONU solo escuchamos declaraciones vagas del secretario de prensa [Stéphane Dujarric], quien comentó de manera impersonal el suceso diciendo que tales ataques deben ser condenados”, dijo el diplomático.
“El silencio en respuesta a la barbarie desenfrenada de los nazis ucranianos y sus titiriteros, cómplices de las ‘democracias civilizadas’, será similar a la complicidad en sus actos sangrientos”, enfatizó Nebenzia.
Al mismo tiempo, Nebenzia hizo hincapié en que la responsabilidad por la muerte de ciudadanos rusos no solo recae sobre el régimen ucraniano, sino también sobre EE.UU., el Reino Unido y los países de la Unión Europea que “directa e irresponsablemente” siguen suministrándole armas a Kiev.
“Bruselas, junto con Washington, Londres y la mayoría de los países de la UE, es cómplice de los crímenes cometidos por la pandilla de Kiev”, aseveró.
RT.