Así recibieron los libaneses a Macron: no al colonialismo y libertad para Georges Abdallah

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En medio de consignas en rechazo de los libaneses a la injerencia del gobierno francés, fue recibido el mandatario Emmanuel Macron, quien viajó al Líbano tras la reciente explosión en almacenes del puerto de Beirut que dejó unas 150 personas fallecidas y más de 5 mil heridos.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento en que decenas de personas rechazan la presencia de Macron y exigen libertad para Georges Abdallah, revolucionario árabe considerado el preso político encarcelado durante más años en territorio europeo.

Analistas políticos definen a Abdallah como “un héroe mítico de la lucha palestina, detenido en 1984 en la localidad francesa de Lyon y permanece cautivo, aunque catalogado como «liberable» desde 1999.

Se dice que en el jucio contra el comunista árabe predominaron las presiones del gobernante estadounidense Ronald Reagan sobre la administración francesa de entonces; al mando de Mitterrand.

Interés colonialista

La posición asumida por el presidente de Francia luego de la tragedia ocurrida la semana pasada en Beirut; ha recibido críticas desde distintas esferas políticas del planeta, que califican como colonianistas las acciones de Macrón.

Incluso en Francia se han levantado voces de protesta ante la postura de Emmanuel Macrón.

El Partido Comunista Francés (PCF), una de las organizaciones que fijó posición contra las políticas del gobierno galo; definió la visita del mandatario como un acto “indecente” al pretender dar lecciones de moral y gobernabilidad al pueblo libanés.

“El Líbano no es un protectorado francés. Si París quiere de verdad ayudar a ese país, debe comprender los reclamos expresados en las calles por el pueblo libanés y las fuerzas progresistas”; expresa el comunicado del PCF.

La República Libanesa estuvo bajo el dominio de Francia desde el fin de la segunda guerra mundial hasta el año 1943; cuando el país árabe alcanzó su independencia de la potencia europea.

La injerencia colonialista francesa aún tiene huellas marcadas en la sociedad del Líbano; tras dejarle en herencia un sistema político que generó conflictos y divisiones religiosas y culturales entre el modelo original y las imposiciones de la potencia europea por más de dos décadas.

 


 

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