Para nadie es un secreto que luego de la compra de que el magnate Elon Musk comprara Twitter habría algunos cambios internos y externos dentro de la compañía. Sin embargo, las consecuencias tanto a nivel empresarial como de la plataforma están haciendo mella.
Sus primeros movimientos han implicado recortes de personal y una serie de cambios que han levantado el revuelo entre los usuarios.
Por otra parte, los informes indican que Musk pretende despedir en torno al 50 por ciento de la plantilla. El personal ha recibido un correo en el que informa que «en un esfuerzo por colocar a Twitter en un buen camino; pasaremos por el difícil proceso de reducir nuestra fuerza laboral global el viernes».
Entretanto, Musk es ahora el único director de Twitter después de disolver la junta; y destituir al antiguo presidente, Bret Taylor. Ha prescindido de varios ejecutivos como el del director ejecutivo, Parag Agrawal, el director financiero, Ned Segal; y el director legal, político y fiduciario, Vijaya Gadde.
Por si fuera poco, Musk ha lanzado una encuesta a los usuarios sobre si debería traer de vuelta Vine; la aplicación que reproduce videos de seis segundos de duración y cerrado por Twitter en 2016. El resultado, después de casi 5 millones de votos, fue 70% a favor.
Además, la nueva dirección estaría considerando cobrar por el contenido de video de forma que el creador del vídeo y la plataforma se repartirían los beneficios. Sin embargo, el plan ha sido marcado internamente como de alto riesgo, según el Washington Post.
La revisión de Twitter la está gestionando un equipo de ingenieros de software y especialistas de Tesla. Más de 50 empleados del fabricante de automóviles de Musk se han unido en Twitter desde su llegada, según la CNBC.
Musk quiere hacer más atractivo Twitter para los anunciantes. El 90 por ciento de ingresos de la empresa llegan por esa vía por lo que quiere evitar por todas las vías su salida de la plataforma. Para ello, ya les ha mandado un comunicado en el que promete evitar los discursos de odio.
Las cuentas verificadas en Twitter llevan una marca azul junto a su nombre, para asegurar que de verdad se trata de la persona que u organización que da nombre a la cuenta. Musk ha señalado que uno de los cambios será cobrar a los usuarios por ese privilegio del check azul. Unas 420 mil cuentas son las que tienen esa verificación que según ha indicado Musk, costará 8 dólares al mes como parte del servicio Twitter Blue.