Venezuela rechazó la actualización del informe sobre nuestro país que leyó este jueves la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
El pronunciamiento estuvo a cargo del embajador de nuestro país ante la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas, Héctor Constant Rosales, quien calificó el documento como un «balance lamentable» y al mismo tiempo carente de información veraz.
El diplomático señaló que la única utilidad que tendría dicho informe sería de carácter político; un insumo para alimentar la tenaz campaña mediática en contra de Venezuela.
“Preocupa a Venezuela que la Alta Comisionada presente hechos y circunstancias que no han sido debidamente comprobados con las autoridades venezolanas, a pesar de la presencia de la oficina en el terreno y de los mecanismos de diálogo existente con el Estado venezolano”, dijo Constant en su pronunciamiento.
Deliberada omisión
Nuestro país señaló que un diagnóstico sobre los DD.HH. en Venezuela sin mencionar el impacto de las medidas unilaterales y coercitivas de los EE.UU. es un análisis incompleto.
El embajador venezolano expresó que: “las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el gobierno de EU.UU. y sus más cercanos aliados en detrimento del derecho internacional, constituye un crimen de lesa humanidad”.
En la lectura de la actualización del informe realizado por la «Misión de Determinación de los hechos sobre Venezuela», Bachelet mencionó el caso de los sueldos, el aumento de los alimentos, la crisis del combustible; y volvió a sugerir la revisión y desintegración de organismos de seguridad como el FAES.
Contragolpe al otro informe
El documento de Bachelet parece que viene a recoger el impacto de lo que reveló el informe de mediados de febrero realizado por una comisión internacional independiente de la ONU que verificó el daño de las denominadas sanciones sobre la vida de los venezolanos.
Una vez se produjo la lectura del documento, el exdiputado Juan Guaidó volvió sobre su ya repetida letanía de que Venezuela es una «terrible dictadura».