La noche del 8 de diciembre de 1980 el mundo de la música rock perdía en forma abrupta a uno de sus hijos predilectos. Un lunático le arrebataba la vida al icónico cantante y compositor, John Lennon, de 5 balazos a quema ropa.
La comunidad musical quedó estupefacta. Sobre todo porque Lennon se había consagrado en la última parte de su carrera musical al movimiento por la paz mundial. De esta etapa es su célebre canción Imagine, la cual se convirtió en una suerte de himno para el movimiento pacifista, que luchaba por un mundo sin fronteras, de mayor igualdad e inclusión.
Antes de incursionar en su carrera como solista, ya Lennon había alcanzado fama mundial como miembro fundador de una banda que marcaría un antes y un después en la historia de la música contemporánea. Junto a Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, dio vida a la célebre agrupación The Beatles.
También conocido como el cuarteto de Liverpool, ésta ha sido una de las bandas más famosas, influyentes y que mantienen mayor vigencia en la actualidad. The Beatles, liderados por Lennon realizaron fusiones atrevidas y mantuvieron una prolija creación de temas musicales, que rompieron récord de popularidad. En cada presentación en vivo provocaban verdaderos ataques de histeria colectiva.
En la actualidad, a 40 años del dantesco crimen, su asesino, Mark David Chapman, solicitó excusas a la viuda del genial músico, Yoko Ono. El delincuente admite que ese homicidio fue un acto deleznable. Y también confiesa que el único motivo que tenía era la obsesión por ser tan o más famoso que Lennon.
«Lo maté porque era famoso»
«Era extremadamente famoso. No lo maté por su carácter o la clase de hombre que era. Era un hombre de familia. Era un ícono. (…) Lo asesiné […] porque era muy, muy, muy famoso y esa es la única razón y yo estaba buscando mucho, mucho, mucho, mucho la gloria personal, muy egoísta», aseguró Chapman.
El asesino aseguró, igualmente, que merece la pena de muerte por su «acto despreciable«. Admite que no tiene excusas y reitera sus disculpas a Yoko Ono. «Creo que es el peor crimen que puede haber, hacerle algo a alguien que es inocente».
Actualmente, este asesino de 65 años cumple una pena de entre 20 años y perpetua en la prisión correccional de Wende, en el oeste de Nueva York, después de declararse culpable de asesinato en segundo grado. Ha intentado 11 veces la petición de libertad condicional, la cual le ha sido denegada.
Aunque el caso Lennon se considera cerrado policialmente, también han surgido otras hipótesis. Se ha llegado a especular que su asesinato no fue algo fortuito, sino que formaba parte de un plan para acallar voces de gran influencia a favor del pacifismo mundial. Especialmente en un contexto, de expansión y futuro afianzamiento de la ideología capitalista en su variante «salvaje»: el neoliberalismo.
