Un hombre fue asesinado a tiros por la policía en Louisville (Kentucky, EE.UU.) alrededor de la medianoche de este 1° de junio, informó la cadena WLKY-TV.
Agentes de la Policía alegan que estaban tratando de dispersar a una gran multitud en un estacionamiento y asegura que recibieron varios disparos antes de abrir fuego contra los manifestantes. No obstante, no está claro si la víctima era sospechosa de lo que las autoridades alegan.
Según un testigo citado por la cadena, las personas que se encontraban en el lugar no estaban protestando, sino que simplemente ignoraban el toque de queda impuesto en la ciudad.
En Louisville, al menos 40 personas fueron arrestadas en las manifestaciones contra el racismo y la violencia policial la noche del 31 de mayo.
Las manifestaciones, que comenzaron inicialmente en Minneápolis luego de que George Floyd, un afroamericano de 46 años, fue asesinado por un policía blanco quien le presionó el cuello con la rodilla durante más de 8 minutos, se han extendido por más de 75 ciudades.
Por sexto día consecutivo, las marchas y protestas contra la policía, los toques de queda, los saqueos, la quema de autos y la ira sacuden a Estados Unidos, de un extremo a otro; incluso, las cercanías de la Casa Blanca.
Las autoridades decretaron el toque de queda nocturno en más de 40 ciudades de 16 estados de Estados Unidos y han desplegado la Guardia Nacional (la fuerza militar de reserva que EE.UU. usa para situaciones de emergencia) en unos 15 estados.
Según Darnell Hunt, decano de ciencias sociales en la Universidad de California en Los Ángeles, los disturbios de esta semana en EE.UU. son los más graves que se reportan en el país desde 1968, cuando Martin Luther King fue asesinado. En su criterio, la forma en que la policía ha respondido con un «aumento en su agresividad» puede llevar a empeorar la situación.