La cámara de diputados del Congreso de Argentina aprobó en la madrugada de este miércoles la muy siempre polémica propuesta de cobrarle más a los que más ganan.
El proyecto se denomina ley de Aporte Extraordinario de las Grandes Fortunas. El bloque de gobierno, o como le gusta siempre decir a la prensa: “el oficialismo” se impuso con 133 votos a favor por 115 en contra.
Los que se opusieron fue la facción neoliberal del macrismo, para quienes la causa de los que ganan más vale más que la que apenas tienen para vivir.
Los intereses que defienden los diputados del PRO no son una especulación de la izquierda sino una confesión en sus cuentas oficiales en las redes sociales.
En un malabarismo narrativo, el macrismo convirtió en una virtud histórica que “casi la mitad de los diputados nacionales defendemos al sector que genera empleo e inversiones en nuestro país”.
Impuesto a las grandes fortunas
La propuesta del gobierno de Fernández y rechazada por la oposición contempla cobrar una tasa del 2% a las personas que declararon más de 200 millones de pesos en la última declaración jurada de impuestos.
Con los recursos obtenidos por esta vía, el sistema tributario del país espera recaudar unos 307 mil millones de pesos, un volumen de dinero que equivale al 1.1% del Producto Interno Bruto argentino.
De este monto, se estima que se destinará un “20% a la compra y/o elaboración de equipamiento e insumos críticos para la emergencia sanitaria, 20 por ciento a las pymes, 15 por ciento a los programas para el desarrollo de los barrios populares, 20 por ciento a becas al programa integral de becas Progresar y un 25 a programas de exploración y desarrollo de gas natural, a través de Enarsa”.
Para decidir esto, el debate se alargó hasta la madrugada; y es una medida con la que el gobierno de Fernández, entre otras medidas, espera contrarrestar los efectos de la pandemia en la malograda economía del país.
La oposición del PRO (macrismo) justifica su negativa al proyecto con la consigna bastante sobada de que este tipo de impuestos no son “un aporte” sino una confiscación.