Luego de 3 recesos y jornadas de represión policial, la Cámara de Diputados de Argentina aprobó en lo general el polémico proyecto de Ley Ómnibus, propuesto por el presidente Javier Milei.
Con 144 votos a favor, 109 en contra y cero abstenciones los diputados argentinos aprobaron en lo general la Ley Ómnibus, que en su primer borrador eliminaba por completo términos políticos, económicos y sociales.
Tras la votación, se estableció un cuarto intermedio y se levantó la sesión, que se reanudará el próximo martes. Posteriormente, pasará para al Senado, donde culminará su tratamiento parlamentario.
Para poder lograr que los diputados aprobaran la Ley Ómnibus el Gobierno tuvo una dura negociación con la oposición. Por lo que Javier Milei se vio obligado a recortar la ley de 664 a 386 artículos.
El nuevo proyecto eliminó normas en materias previsionales (pensiones y jubilaciones), defensa, sanitaria y social. Esto significa que no podrá emitir leyes por decreto en esas áreas.
Sin embargo, sí podrá en materia económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa.
Poco antes de la votación, el presidente argentino volvió a presionar a los diputados a través de un comunicado en el que les exigió “responsabilidad” y “celeridad“. Y advirtió que la sociedad verá si están del lado del pueblo o de los privilegios.
Represión en medio del debate
Durante los 3 días del debate de la Ley Ómnibus la represión policial contra los manifestantes se hizo presente.
La política utilizó gas lacrimógeno, gas pimienta y bastonazos para dispersar a los ciudadanos que se encontraban en los alrededores de la Cámara para exigir el rechazo de la ley.
El saldo de los operativos es de decenas de personas gaseadas o heridas con balas de goma. Entre ellas periodistas de diversos medios de comunicación.
Incluso, estos hechos violentos provocaron que diputados de la oposición se retiraran del debate para exigirle a las fuerzas de seguridad el cese de las agresiones.