Un par de meses pasaron para que las autoridades de Estados Unidos se percataran de que, incluso los ciudadanos vacunados deben mantener el uso del tapabocas en espacios donde ya habían permitido relajar las medidas de protección y seguridad ante la pandemia.
En mayo pasado, el propio presidente Joe Biden expresó durante una alocución desde la Casa Blanca que «si uno está completamente vacunado ya no necesita usar tapaboca». Sin embargo, esta semana los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades determinaron el retorno a medidas anteriores.
Aunque en Estados Unidos se ha mantenido el control en sistemas de transporte masivo, se había levantado el uso de las mascarillas en lugares cerrados. Incluidos parques, centros comerciales y museos, para quienes ya habían recibido las dosis completas de vacunación.
Disney, una de las transnacionales que controla parques temáticos con gran afluencia de visitantes restableció el uso obligatorio de tapabocas en los sistemas de transporte e instalaciones con espacios cerrados. La medida aplica para las sedes de Orlando (Florida) y Anaheim (California).
¿Medidas suficientes?
Para las autoridades sanitarias estadounidenses, las medidas anunciadas para retroceder a un estado de mayor vigilancia y cuidado ante la covid-19, no consisten en imposiciones; sino más bien en «recomendaciones» a la población. Por ello, en todo caso mantienen la flexibilidad para el uso de mascarilla, al señalar que se refieren a lugares públicos, interiores y en zonas con alto índice de contagios.
No obstante, esa «suavidad» en la aplicación de las normas llama la atención al considerar que, hasta la fecha, casi la mitad (46%) de los condados estadounidenses registran una curva elevada con más de 100 casos por cada 100 mil habitantes. En otras localidades (17%) presentan cifras de entre 50 y 100 contagios por cada 100 mil habitantes.
En total, suma 63% el porcentaje de zonas que entran en esa calificación de «índices altos o notables de contagio»; lo que representa prácticamente 2 tercios de los condados del país e incluye estados completos: Florida, Luisiana y Arkansas.
Por otra parte, pese al acaparamiento de vacunas por parte del gobierno estadounidense, se presenta el fenómeno de la baja incidencia en la población. Incluso, la Casa Blanca anunció «incentivos» para los empleados que cumplan con la vacunación.
Medidas como la ampliación de vacaciones remuneradas y el pago de una bonificación por el monto de 100 dólares; están dentro de las acciones previstas para «convencer» a trabajadoras y trabajadores de que se apliquen las dosis correspondientes.
