El gobierno de Alemania expresó su interés en que voceros de la extrema derecha venezolana entablen un proceso de “negociación” con autoridades del Gobierno Bolivariano, aunque no aclararon cuáles son los factores que motivaron esa iniciativa.
En tal sentido, a través de una publicación en la red social Twitter, el Secretario de Estado del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania, Miguel Berger, informó sobre conversaciones que sostuvo en torno al tema con el opositor Gerardo Blyde.
El mensaje escrito por el diplomático alemán, señala que hablaron “sobre la urgencia de iniciar negociaciones integrales. Este proceso tiene que ser dirigido por venezolanos y restablecer la institucionalidad democrática y los derechos humanos”.
Gerardo Blyde, encabeza la representación de la fracción opositora vinculada a Juan Guaidó. Ese grupo viajó a varios países, para pedir apoyo al llamado que hizo el autoproclamado para entablar un diálogo con el presidente Nicolás Maduro.
Tendencias e intereses
Por su parte, Alemania pertenece al bloque de la Unión Europea, la cual tras 2 años tratando a Guaidó como supuesto representante del “gobierno interino” de Venezuela, evitó llamarlo nuevamente “presidente” en varias oportunidades; desde que el chavismo asumió la gestión de la Asamblea Nacional desde el 5 de enero pasado.
Un mes después de la instalación del nuevo Parlamento nacional, Berger recibió al prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López. En el encuentro ratificó el apoyo del su gobierno a las fuerzas políticas de ultraderecha.
En cuanto a los términos de la eventual negociación o diálogo entre factores del chavismo y de la oposición venezolana; se mantiene el discurso de la derecha sobre la exigencia de “elecciones justas” presidenciales. Sin embargo, se trata de un proceso cuyas pautas están claramente contempladas en la Constitución Nacional.
Mientras tanto, el jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros, ratifica la necesidad de que el oposicionismo reconozca al gobierno legítimo y garantice la reposición de todos los recursos y activos que le robaron a la nación, mediante la promoción de medidas coercitivas unilaterales que impone el gobierno de Estados Unidos.