En política, al menos como la concibe la extrema derecha venezolana, no hay almuerzo gratis. Por eso el Grupo de las 4 grandes Ratas Pelúas (G4-RP), se caen a dentelladas para definir un fulano estatuto, que les permita (puertas adentro) extender la payasada de Juan Guaidó, como presidente interino, más allá del 5 de enero de 2021. Es el caso de la Acción Democrática (AD) de Henry Ramos Allup y el Primero Justicia de Julio Borges.
De acuerdo con las denuncias formuladas por diversos periodistas de oposición, la piedra de tranca para llegar a un acuerdo, está en la posición jugada por la Acción Democrática (AD) de Henry Ramos Allup. Al parecer, el experimentado líder opositor estaría exigiendo quedarse con el control de Citgo, para a su vez garantizarse el pago de los bonos PDVSA-20.
Así lo denunció el veterano periodista ultra antichavista, Rafael Poleo, a través de sus redes sociales.
Otro comunicador social de tendencia abiertamente opositora como Eugenio Martínez, abrió fuegos con la misma hipótesis.
Henry Ramos se defiende
Pero Ramos Allup ha tratado de desvirtuar la denuncia periodística arremetiendo contra Martínez. El político asegura que el comunicador está mal “dateado“.
“AD no ha pedido controlar nada. Antes de insultar constate la veracidad de la información y la respuesta que dimos a la falsa información. (…) Completamente falso q hayamos supeditado nuestra posición en la 2a. discusión del Estatuto al tema Citgo q posiblemente se perderá por la negativa de tus dateros defensores d los tenedores del bono 2020 a aprobar el pago de los abogados para la defensa del caso. Por ahí fumea”.
Pero la rebatiña no termina ahí. La gente de Primero Justicia también repica duro por su porción. Parecen un grupo de borrachitos riñendo por una botella vacía. La gente del prófugo Julio Borges, reclama hacerse con el control del denominado gobierno de transición.
Esto lo denuncia el mismo Martínez en otro tuit con copia del documento para la transición “imaginaria”, que no tiene desperdicio.
Esta gente no se cansa de robar y hacer el ridículo. Mientras ellos siguen en su onanismo político, el 5 de enero se instalará una nueva Asamblea Nacional patriótica y revolucionaria. Esa es la única realidad, lo demás, como dice el pueblo, son “deseos que no empreñan”.