La Organización de Estados Americanos (OEA), liderada por su inefable secretario general, Luis Almagro, ha emitido una nueva condena contra Venezuela. En una de sus más recientes resoluciones, aprobada ayer con el voto de 21 países satélites de Washington, se «insta» al gobierno nacional a convocar a elecciones presidenciales «libres, transparentes y legítimas», lo más pronto posible.
El organismo multinacional continúa comportándose como un Ministerio de las Colonias Norteamericanas. Parece increíble que luego de tantos años, mantiene plena vigencia la denuncia efectuada por el Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en uno de sus discursos en 1962.
Chorreando monroísmo
Y, ciertamente, la OEA de Almagro transpira monroísmo por los cuatros costados. Sólo se han limitado a seguir a pies juntillas, los mandatos cada vez más absurdos y descabellados de la anacrónica ultraderecha norteamericana. Los Bolton, los Trump, los Brownfield y los Pence siguen viendo a los países latinoamericanos como el «patio trasero» del gran hegemón estadounidense.
No terminan de caer en la cuenta de que los pueblos de la región han despertado en conciencia y resistencia. Tampoco aceptan que su sistema de dominación está en franca decadencia y que cada vez se asemejan más a un «tigre de papel», como les definió Mao Zedong. No obstante, todavía quedan «muchos cachorritos en la alfombra», que le menean el rabo los jerarcas de la Casa Blanca. Entre ellos destacan jadeantes, como no podía ser de otra manera, Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Brasil. Son los grandes arietes del malinchismo. Y, por supuesto, encabezan esta nueva votación contra el país.
Políticos indultados
En la resolución también se solicita la «liberación de los presos políticos». Otra exigencia que luce inverosímil, sobre todo cuando el presidente Maduro en un acto de magnanimidad política aprobó una medida de indulto presidencial a más de 100 dirigentes opositores. Entre los beneficiarios figuraban personas convictas y confesas en delitos graves como conspiración y magnicidio. Ese hecho ni siquiera se menciona.
Tampoco puede sorprender que la OEA no diga una sola palabra del brutal bloqueo aplicado por EE.UU. a la nación, desde hace poco más de un lustro. Y que se arreciado de manera infame en medio de la pandemia de covid-19. Igualmente, se muestran ambiguos en dar su reconocimiento a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020.
El Ministerio de las Colonias es indiferente, frente al estrangulamiento económico de Venezuela, con pérdidas de entre 150 mil y 200 mil millones de dólares. Esta operación, que sin duda conforma un crimen de lesa humanidad, ha provocado decenas de miles de muertes. Pero los cachorros están muy ocupados en agradar al amo para que les siga lanzando pellejos. Nunca como ahora luce tan sabia la digna decisión del gobierno del presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, de retirarse de un foro tan decadente como vergonzoso.
Para vencer el bloqueo, recuperar el ingreso nacional y mejorar la política salarial y económica en general, debemos actuar juntos. Vivimos las consecuencias de las sanciones y como pueblo, sabremos superarlas.
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) October 22, 2020