Walt Disney se ha convertido para estos días en un verdadero parque de sueños rotos. La empresa estadounidense confirmó este martes el despido de 28 mil empleados como consecuencia del impacto económico generado por la pandemia en la actividad de la compañía de entretenimiento.
El presidente de la empresa aseguró en un comunicado que se veían “obligados” a tomar este paso como parte de “una serie de ajustes necesarios”. Adicionalmente colocó sus esperanzas en que los despidos contribuyan a recuperar “una operación más efectiva y eficiente” cuando pase la crisis sanitaria.
Walt Disney también preciso que el 67% de la plantilla cesanteada era contratada a tiempo parcial; por lo que su división de parques se quedará hasta ahora con poco más de 100 mil empleados.
La culpa es de otro
Para maquillar la pesadilla de una compañía que vende “sueños”, el jefe Josh D’Amaro le corrió parte de la culpa de la decisión que deja sin trabajo a 28 mil personas a las autoridades de California por “la falta de voluntad del estado para levantar las restricciones que permitirían la reapertura de Disneyland”.
De acuerdo a los voceros de la empresa, la pandemia le ha significado a los parques de Disney pérdidas en el orden del 91% al menos durante el primer trimestre del 2020.
En otra operación de lavado de cara corporativa, la compañía les ofreció a los empleados botados al menos la esperanza de que “estaremos deseosos de ofrecerles una oportunidad donde podamos para que regresen” una vez se termine la pandemia.
¡América es primero!
Estados Unidos es el país más afectado por el coronavirus con más de 7 millones de contagios desde que comenzó la crisis. Adicionalmente ya superó los 200 mil fallecidos; una cifra que según algunos expertos en el país, es apenas la mitad de la tragedia del covid-19 este año.
La mortalidad causada por la enfermedad es casi 4 veces el total de bajas estadounidenses durante la Guerra de Vietnam; un saldo escandaloso para el país que más invierte en gasto militar; pero que no hace igual en garantizar un acceso efectivo y universal a la salud para sus propios ciudadanos.
