Una amenaza de bomba cerró por segunda vez en el año la Torre Eiffel de París; pero esta vez la clausura del monumento demoró menos que la que causó la pandemia.
Una llamada anónima a la policía alertó los controles de seguridad en el lugar turístico, procediendo a desalojar el lugar que, hace pocas semanas, volvió a abrir después de más de 100 días cerrado al público.
Las fuerzas de seguridad verificaron que la alerta se trató de una falsa alarma a la que ya están acostumbrado en París, pero para la que proceden siempre igual porque nunca se sabe cuándo pueda ser verdad.
Esta fue la primera falsa alarma en el año en la Torre Eiffel según lo reportado por los medios europeos.
El cierre del monumento más emblemático de Francia demoró algunas horas, afectando incluso el tráfico de vehículos en las inmediaciones del lugar.
Acostumbrado a los sobresaltos
Este incidente es uno más entre los tantos que ya han rozado a la torre, el cual también ha sido epicentro de amenazas de suicidios o sobresaltos sociales como protestas, que saben que pueden conseguir una atención segura tomando el lugar.
El monumento abrió el pasado 25 de junio luego de 104 días cerrado como consecuencia de la crisis del coronavirus. La apertura no significa que la pandemia ya sea un desafío superado sino una amenaza con la que conviven desde el 13 de marzo, cuando cerraron el lugar.
Un emblema de París
La Torre Eiffel es el lugar más concurrido de París. De acuerdo a portales especializados, el monumento es el lugar pago más concurrido del mundo con un promedio 7.1 millones de turistas al año.
La estructura es un armado de hierro pudelado de 324 metros de altura; y que comenzó siendo una antena de comunicaciones al servicio del ejército francés.