Luego de una década de frustración de sus planes injerencistas, el gobierno norteamericano vuelve a la conquista del territorio latinoamericano, cosechando los frutos de años de saboteo, manipulación mediática e infiltración de personeros, que allanaron el camino para la ascendencia de nuevas derechas en el continente.
La denominada «década ganada», que permitió la llegada de gobiernos progresistas y revolucionarios, a la mayoría de los países del continente, también frenó el accionar histórico de las diversas instancias y organismos multilaterales que sirvieron de celadores de los intereses de Washington en la región, como es el caso de la organización de Estados Americanos (OEA), que remonta sus inicios a la época expansionista del naciente imperio norteamericano, por allá en 1890.
Primeros avisos
La llegada de Hugo Chávez al poder, significó un triunfo incómodo para dicha organización, que tras guardar silencio ante el golpe de Estado del año 2002, usó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para alinearse a los intereses de la derecha venezolana, aceptando y cuestionando el accionar del Estado venezolano, ante supuestas violaciones a los derechos humanos, facilitando el lobby a los seudo dirigentes de oposición. Acciones que llevaron al presidente venezolano a cuestionar por primera vez, la utilidad de dicha instancia.
«Si la OEA, después de todo lo que ocurrió aquí, llega a condenar a Venezuela, pues Venezuela se retirará de la OEA. Cuba se retiró y no se ha muerto… Esos organismos están deslegitimados. Gobiernos como los nuestros tenemos la legitimidad y la moral para denunciar esos atropellos», insistió Chávez: «tenemos que buscar nuevos mecanismos entre todos». 29 de abril de 2007
Posición que retomó en 2009, tras la incorporación de Venezuela, en el informe anual de la CIDH, como uno de los países de la región donde se violan sistemáticamente los derechos humanos.
«Si esto sigue así, en verdad, hay que preguntarse: ¿Para qué la OEA? ¿Para que continúe el cinismo? (…) Venezuela podría salirse de la OEA y crear o convocar a los pueblos de este continente a que nos liberemos de esos viejos instrumentos y a que formemos una organización de pueblos de América Latina, de pueblos libres»
Nueva embestida
La asunción de Luis Almagro a la secretaria de la OEA, auspiciaba buenos días para los gobiernos anti hegemónicos, esto debido a la trayectoria del político uruguayo, ligada al Frente Amplio, partido político que llevó a la presidencia al líder izquierdista “Pepe Mujica”. Sin embargo su posición injerencista, claramente anclada a los grandes intereses económicos de EE.UU en el continente; y en particular, su recurrente ataque al gobierno de Venezuela, le costaron no solo el rechazo de su partido y su gran “amigo” Pepe Mujica, si no de los cientos de movimientos sociales que algún momento aplaudieron su designación.
No reconocemos a @NicolasMaduro como el presidente legítimo de #Venezuela. El país necesita un gobierno de transición que pueda generar un sistema electoral legítimo, que a su vez permita soluciones al país. #OEAconVzlahttps://t.co/Ac9VFKHYcg pic.twitter.com/C9eguN6HXf
— Luis Almagro (@Almagro_OEA2015) May 21, 2018
Pepe Mujica a Almagro: “la verdadera solidaridad es contribuir a que los venezolanos se puedan autodeterminar respetando sus diferencias pero esto implica clima que lo posibilite…Es muy difícil hoy, pero toda otra alternativa puede tener fines trágicos para la democracia real…Lamento el rumbo por el que enfilaste y lo sé irreversible, por eso ahora formalmente te digo adiós y me despido.”
Posición que se recrudeció en el año 2017 y que llegó a su punto de inflexión en 2019, tras el apoyo desmedido de la organización, a las acciones desestabilizadoras, avalaron la auto proclamación de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, en clara violación del Derecho Internacional y la soberanía de la nación.
Adiós OEA.
Tras la convocatoria de la OEA en abril de 2018, a una reunión de cancilleres para tratar la crisis política venezolana, en la que se omitiera la presencia del gobierno legítimo de Nicolás Maduro, se dio a conocer a través de la Vicepresidenta Delcy Rodríguez, la decisión soberana de abandonar este espacio.
Delcy Rodriguez: «La OEA persistió en acciones intrusivas contra la soberanía de nuestra Patria y por ende procederemos a retirarnos de la Organización. Nuestra doctrina histórica está marcada de enmarcada en la Diplomacia Bolivariana de Paz y nada tiene que ver con la OEA»
A lo que se refirieron, como acto histórico de dignidad de, que se materializa este 26 de abril y que viene a marcar una nueva etapa en la diplomacia de la región, que atraviesa por su época más oscura.
https://twitter.com/NicolasMaduro/status/857390341288341512
