El presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, lideró las elecciones presidenciales de este domingo 9 de agosto, según sondeos a boca de urna. De acuerdo con los datos preliminares, el actual mandatario ha obtenido el 79,7 % de los votos.
Según informa la agencia estatal bielorrusa Belta, citada por otros medios de comunicación; la candidata de la oposición unificada, Svetlana Tijanóvskaya, inexperta en política, y quien llegó a la candidatura gracias al impulso de los medios de comunicación; lograría un 6,8 por ciento.
De acuerdo a lo informado por agencias de noticias, tras conocerse los resultados, varias personas han sido detenidas, la mayoría en Minsk la capital del país; donde minúsculos grupos desestabilizadores han promovido un desconocimiento de los resultados y con ellos actos de violencia.
Según las encuestas, la tercera candidata, la exdiputada Anna Kanopatskaya, habría sumado un 2,3 %; Andréi Dmítriev, copresidente del movimiento «¡Di la verdad!», un 1,1 %, y Serguéi Cherechen, líder socialdemócrata, un 0,9 %. Todos con muy bajos porcentajes en comparación con Alexánder Lukashenko.
El tratamiento de la prensa internacional
Lejos de los titulares de la prensa occidental en los que insisten en llamar al presidente bielorruso como «dictador», la jornada electoral de este domingo más bien estuvo marcada por la alta participación popular, con colas en numerosos colegios, lo cual fue reflejado por datos suministrados por la Comisión Electoral Central, quien anunció, cuando faltaban dos horas para el cierre, que ya un 79 por ciento del padrón habría ejercido su derecho al voto.
De hecho, las agencias de noticias se encargaron de hacer ver que la reelección de Lukashenko estaba en peligro, cuando las encuestas y la población, demostraban todo lo contrario.
La prensa capitalina reconoció, no obstante que agrupaciones de oposición, con apoyo financiero de Occidente, iban a cantar fraude e intentarían poner en duda los resultados de los comicios, con la organización de protestas ilegales en las calles. Tal como ha sucedido este domingo. Todo estaba premeditado, al parecer.
Un ejemplo del tratamiento de la información es este: en el vídeo se puede ver un pequeño grupo de manifestantes corriendo luego que la fuerza pública impusiera el orden en un intento de acciones violentas. Mientras del otro lado, se ven personas caminando tranquilamente y carros en la vía. Parece no haber rastro de lo que insistieron los grandes titulares sobre represiones y derramamiento de sangre si ganaba Lukashenko.
AHORA: Diversos informes de incidentes y represión a manifestantes tras la victoria de Lukashenko en Minsk, Belarús. pic.twitter.com/ot3ea25bIb
— Mundo en Conflicto (@MundoEC24) August 9, 2020
Bielorrusia y Lukashenko
Un pequeño país de nueve millones y medio de habitantes y una superficie equivalente a poco menos de la mitad de España con Lukashenko, fiel al legado de las URSS, en el poder durante más de 25 años ha mantenido la implementación de políticas propias del socialismo. Caracterizadas por el subsidio a industrias públicas y granjas colectivas, más conocidas como ‘koljós’. Así ha mantenido una relativa paz social y ha impedido la aparición de oligarcas que acaparen una parte importante de la riqueza nacional.
Con esos propósitos, el jefe de Estado bielorruso prevé atraer inversionistas foráneos en una economía diversificada. Además, es partidario de una nación soberana, con una geografía más extensa de relaciones con países amigos.
Pendientes con Bielorrusia, ya EEUU activo sus GUARIMBEROS , porque PERDIERON las ELECCIONES, por cierto los opositores a Lukashenko usan la misma bandera con que recibian a los NAZIS en la Segunda Guerra Mundial..Todo el que NO se deja montar la pata por EEUU es "autocrata"
— polemicas (@polemicas1) August 9, 2020
