Durante la masacre a madres y recién nacidos en una maternidad en Kabul, Afganistán perpetrada por hombres armados, un grupo de mujeres embarazadas lograron esconderse. Una de ellas estaba a punto de dar a luz a una niña.
«La madre sufría, pero trataba de no hacer ruido» (…) «Incluso metió el dedo en la boca de la recién nacida para evitar que llorara», contó una partera que participó en el nacimiento, que requirió el anonimato.
Al escuchar la alarma, la partera se refugió con 10 madres en una «habitación segura», desde ahí, Las mujeres podían oír los disparos mientras los atacantes iban de habitación en habitación en busca de nuevas víctimas; una de ellas comenzó a dar a luz.
Cortar el cordón umbilical con la mano
La partera explicó que ayudaron a la madre, con las manos desnudas por no contar con más que papel higiénico y pañuelos. «Cuando el bebé nació, cortamos el cordón umbilical con las manos. Envolvimos al bebé y a la madre en los pañuelos que teníamos en la cabeza«, continuó.
Mientras tanto, las mujeres aterrorizadas, trataban de mantener la calma, los asaltantes les pedían que abrieran la puerta. «Pero sabíamos que no eran miembros de las fuerzas de seguridad», acotó la mujer.
Al momento del ataque , había 26 madres hospitalizadas, once murieron, de las cuales tres estaban a punto de dar a luz en la sala de parto y cinco resultaron heridas.
Según la ONG «Médicos Sin Fronteras», hombres armados, disfrazados de miembros de las fuerzas de seguridad, asaltaron el hospital «con el fin de matar a madres a sangre fría».
«Entraron en las habitaciones y dispararon a las mujeres que estaban en sus camas. Las paredes estaban llenas de agujeros de bala, había sangre en el suelo de las habitaciones», indicó Frédéric Bonnot, responsable de los programas de la ONG en Afganistán.
Ataque no reivindicado
Estados Unidos atribuye la responsabilidad a los yihadistas del grupo Estado Islámico, que multiplican los atentados en la capital afgana, a menudo contra las minorías religiosas.
Éste se produjo en un contexto complejo en Afganistán, que tiene que hacer frente al recrudecimiento de la ofensiva de los talibanes, contra las fuerzas gubernamentales y a la propagación del coronavirus.