Mediante un comunicado oficial, el Grupo de Puebla se solidariza con el presidente Nicolás Maduro y rechaza el intento de invasión de un grupo paramilitar, “contratado, según versiones de la prensa, por un asesor político de Juan Guaidó (como ya se había develado), que tenía como objetivos declarados practicar actos terroristas en el país, secuestrar al presidente Nicolás Maduro, asesinar a líderes del gobierno venezolano, aumentar la violencia y generar caos y confusión entre la población, para facilitar un nuevo intento de golpe de Estado”.
El documento hace mención a la comparación de este hecho con el ocurrido en Bahía de Cochinos (Cuba), en el año 1961. Para los líderes progresistas latinoamericanos, es inaceptable que actualmente “América Latina siga siendo objeto de acciones ilegales, violentas y clandestinas, destinadas a promover cambios en el régimen político de algún país”.
El texto destaca que ante la presencia de la pandemia del covid-19, es inaceptable que prevalezca la promoción de acciones violentas para desestabilizar a un gobierno como el de Venezuela.
Denuncian la amenaza contra el orden constitucional de la nación, el principio del derecho internacional y la relación respetuosa de los países. “Recordamos a este respecto que, a la luz del orden jurídico internacional, las sanciones económicas y las acciones militares contra cualquier país deben ser debidamente aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.
El Grupo de Puebla relaciona la incursión del grupo armado del pasado 3 de mayo con las acciones y medidas impuestas por el gobierno de Estados Unidos para aumentar presión sobre Venezuela, razón por la que instan a todas las fuerzas democráticas de la región a apoyar el diálogo democrático para resolver conflictos de forma pacífica.
Los líderes políticos exigen “el levantamiento inmediato del bloqueo económico, comercial y político que Estados Unidos está promoviendo contra Venezuela, para aliviar el sufrimiento del pueblo venezolano y permitir combatir mejor los efectos sanitarios y económicos de la pandemia”.
Hace especial énfasis en el sufrimiento del pueblo para adquirir alimentos, medicamentos y equipos médicos para combatir el covid-19, a consecuencia del bloqueo económico impuesto.
Por último, los líderes condenaron cualquier acción militar contra la nación suramericana, que afecta toda la región y la decisión del gobierno de Brasil de expulsar, en plena pandemia, a diplomáticos venezolanos y familiares, “en plazo extremamente corto. Entendemos que estas medidas arbitrarias y sin fundamento legal se inscriben en el contexto de intimidación a que se somete al gobierno venezolano”.
